La UNAM tiene una trayectoria de largo alcance en la investigación humanística. Ha hecho aportaciones esenciales al pensamiento social y político de los mexicanos, enriqueciendo la cultura y ofrecido opciones para solucionar los problemas que han agobiado a la sociedad. El devenir de los institutos y centros de la Coordinación de Humanidades ha llevado a crear una estructura institucional diversa y compleja que cubre un sinnúmero de campos de conocimiento.
Como parte de su labor científica, en cumplimento de sus objetivos y tareas, la Universidad ha decidido fortalecer a sus sedes foráneas y abrir otras de carácter regional entre las cuales se encuentra la recién creada Unidad Académica de Ciencias Sociales y Humanidades (UACSHUM) en la ciudad de Mérida, Yucatán.
Para los humanistas y científicos sociales, la nueva sede representa un compromiso de colaboración y cooperación. La iniciativa nos permite refrendar la vocación nacional de la Universidad, ampliar las oportunidades educativas en el territorio y crear mejores condiciones para la producción de conocimiento de la realidad regional y local. Demostrar que somos solidarios con instituciones que tienen el mismo carácter de la UNAM y responsables de lo que nos toca hacer en estos tiempos.
Se espera que en la Unidad se realicen investigaciones multidisciplinarias y proyectos conjuntos con los académicos de la península que adicionen o complementen la agenda local.
Además, a través de la UACS-HUM, se desea que los académicos que trabajan en Yucatán puedan acceder a toda la gama de actividades que se realizan dentro del Subsistema de Humanidades y a otras áreas de la UNAM como, por ejemplo, la educación a distancia.
La UNAM ha hecho presencia en Mérida con una perspectiva de apertura y buena voluntad. Interesa tener con las instituciones que ahí operan un diálogo serio y sostenido que redunde en el enriquecimiento intelectual de todos.
Ho en día, Yucatán y el resto de la península ostentan una posición vital en el proceso de globalización de México.
El estado pasa por una dinámica extraordinaria que se nota en el crecimiento de los servicios vinculados al turismo, el establecimiento de maquilas, una gama de industrias pequeñas y medianas que intentan desarrollarse, probables descubrimientos petroleros, un amplio movimiento de la población peninsular con migraciones inter e interestatales, salida de grupos indígenas al exterior y arribo de connacionales y extranjeros que fincan ahí su residencia.
Ocurre, asimismo, una recomposición social profunda que toca desde las clases medias hasta los sectores marginales y que se asocia a la urbanización ya la nueva ruralidad en las ciudades.
El sistema político de Yucatán tiene características peculiares en el entorno electoral del país, lo mismo que sus élites gobernantes. La situación geopolítica de la península es un dato de primer orden por su cercanía a Estados Unidos, el Caribe y Centroamérica.
La problemática multicultural aflora por todos lados. El uso y reproducción de la lengua maya, su aceptación entre las generaciones jóvenes, la historia de la cultura de este pueblo, el aprendizaje que de ella tienen quienes la viven, su poesía y literatura son un universo infinito al cual las humanidades tienen que acercarse para reconocer y apreciar las voces comunitarias de antaño.
Durante la visita que a fines de agosto encabezó la Coordinadora de Humanidades de la UNAM a varias instituciones locales, y a otras del centro que se han instalado en Mérida, tuvimos la oportunidad de conversar con investigadores e investigadoras.
Enfatizaron los graves problemas económicos, sociales y políticos por los cuales atraviesa Yucatán y los estados peninsulares y la falta de investigación social y humanística que dé cuenta de ellos.
Igualmente, tanto con el grupo de académicos como en las pláticas con los directivos de las instituciones quedó clara la posibilidad de que la UNAM participe en la apertura y realización de nuevos posgrados.
La UACS-HUM tendrá un camino con un recorrido abundante. Al compartir la vida universitaria con lo colegas de Yucatán, la UNAM se hará más fuerte. Recibiremos, además, el saber fresco de los aires del Mayab.
Por ello, la nueva sede nos es crucial. Habrá que esforzarnos para que la Unidad en Mérida brinde resultados fructíferos a partir de ahora.
Desde mi punto de vista, la UNAM hace bien si impulsa la ruptura de las inercias históricas que establecieron grandes desequilibrios educativos que son un obstáculo al desarrollo, la modernización y el bienestar de los mexicanos.
Si contribuye en distintas formas a que la sociedad se capaz de participar en la conversación de los asuntos públicos con conocimientos y habilidades que promuevan la mejoría del ser humano.
La esfera de lo público va íntimamente ligada al quehacer de la Universidad y a la democracia. Hay suficientes motivos para celebrar los 75 años de la autonomía.
