Acaba de celebrarse en Guadalajara, del 18 al 22 de noviembre, el VII Congreso Nacional de Investigación Educativa, al cual asistieron poco más de dos mil personas provenientes de todas las entidades del país. El evento se llevó a cabo en las espléndidas instalaciones del Centro Universitario de Ciencias Económico-Administrativas de la Universidad de Guadalajara. Además de la U. de G., participaron en la organización del Congreso, entre otras instituciones, la Secretaría de Educación de Jalisco, el ITESO y la Universidad Lasalle. Aparte de la presentación de más de 250 ponencias, también se organizaron conferencias magistrales, talleres, simposia, presentaciones de libros, diálogos educativos, exposición y venta de libros, y presentación de estados del conocimiento. Estos últimos han sido el producto del trabajo de grupos de académicos dedicados a recolectar y analizar lo producido en la investigación educativa durante la década de los noventa alrededor de once grandes áreas temáticas (Sujetos, actores y procesos de formación; Procesos y prácticas educativas; Aprendizaje y desarrollo; Didácticas especiales y medios; Currículo; Políticas educativas (administración, gestión, gobierno, organización, financiamiento); Educación, cultura y sociedad; Historiografía de la educación; Filosofía, teoría y campo de la educación; Investigación de la Investigación educativa). Es este la segunda ocasión en la que se realiza esta revisión y valoración, pues la primera tuvo lugar durante el II Congreso, efectuado en 1993. En aquella ocasión el ejercicio correspondió a la década de los ochenta y sus perspectivas para los noventa.

El VII Congreso ha coincidido en esta ocasión con el décimo aniversario de la creación del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE). Fundado en 1993, el Consejo es una asociación que reúne a investigadores consolidados del país con el objetivo central de promover la investigación educativa dentro de los estándares más altos de calidad. En la actualidad la membresía del COMIE asciende a poco más de 250 investigadores que pertenecen a 60 instituciones (públicas y privadas) con presencia en 17 estados del país. Un número considerable de miembros pertenece al Sistema Nacional de Investigadores en sus distintos niveles (emérito, nivel III, nivel II, nivel I y candidato). Asimismo, además de organizar cada dos años los congresos nacionales (el próximo será en Hermosillo, en 2005), el COMIE publica desde 1996 la Revista Mexicana de Investigación Educativa (RMIE). La RMIE es una publicación cuatrimestral que cuenta con los mecanismos de dictaminación de toda revista científica, y a partir del número 14, puede consultarse en línea a texto completo (www.comie.org.mx). La tercera gran actividad, mencionada al principio de este artículo, es la organización, cada diez años, de los estados del conocimiento. Los correspondientes a la década de los noventa se han compilado en poco más de 14 volúmenes, siendo cada uno de ellos el producto del trabajo de grupos de académicos interesados en documentar la producción en materia de investigación educativa en cada una de las 11 áreas temáticas. Como puede apreciarse en este amplio panorama de sus actividades y objetivos realizados, la creación y consolidación del COMIE en estos 10 años han sido resultado del esfuerzo constante de organización profesional de los investigadores de la educación y de quienes asisten a los congresos (investigadores, profesores y estudiantes). La gran responsabilidad del Consejo es que la investigación rigurosa y de alta calidad pueda traducirse en propuestas y estrategias que conduzcan al planteamiento de soluciones a los ancestrales y graves problemas que caracterizan a la educación mexicana. Del mismo modo, es de espera que el COMIE siga siendo un interlocutor independiente en el análisis de las políticas públicas en materia educativa. Son dignos de elogio los avances logrados, pero los desafíos son enormes todavía.