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¿Estudiantes que trabajan o trabajadores que estudian?
Armando Alcántara Santuario
Campus Milenio Núm 122, pp.8 [2005-03-31]
 

Aun cuando los estudiantes universitarios siguen siendo, en su mayoría, muy jóvenes, su composición social es bastante variada. Cada vez es mayor el número de alumnos que trabaja: lo hace en las más variadas ocupaciones y por motivos muy diversos. Laboran no sólo para ayudar al sostenimiento de sus familias, sino –con frecuencia- para tener mayor independencia y autonomía. Por otra parte, los nuevos tiempos están siendo testigos de la gran cantidad de oportunidades para aprender a lo largo de toda la vida.

En este sentido, estas oportunidades se dan tanto en la tradicional forma presencial, como mediante el uso intensivo y extensivo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. El aprendizaje y el acceso al conocimiento están disponibles “en cualquier tiempo y en cualquier lugar” que el alumno desee.

La situación y las búsquedas de los estudiantes en el mudo laboral son el tema que desarrolla Carlota Guzmán Gómez en su libro Entre el estudio y el trabajo.i En dicha obra se pretenden conocer las características del trabajo estudiantil en cuanto a las diversas formas como los estudiantes viven su trabajo, así como los significados que éstos le atribuyen.

Una serie de interrogantes guían el análisis de la autora: ¿cuál es la situación de quienes estudian y trabajan?, ¿qué tipo de trabajos desempeñan?, ¿dónde trabajan?, ¿cuáles son sus condiciones laborales?, ¿por qué trabajan?, ¿qué esperan del trabajo?, ¿qué les aporta el trabajo? Y, ¿cómo viven la situación de ser estudiantes y empelados o trabajadores?

Cabe destacar que la mirada de Carlota Guzmán al fenómeno del trabajo estudiantil se realiza desde la perspectiva de Max Weber, quien subrayaba la importancia de indagar el sentido de la acción de los actores. Es decir, “el sentido subjetivo que enlaza al sujeto con su acción es el elemento central de la acción social y lo que lo hace diferente de una simple conducta”.

Del análisis elaborado por la autora sobresale el tomar como punto de partida la perspectiva del estudiante. Ello se instrumentalizó mediante una serie de entrevistas a profundidad realizadas con alumnos de cuatro carreras profesionales (odontología, economía, física e historia).

Uno de los capítulos más interesantes del libro en cuestiones el que Carlota Guzmán dedica al examen del sentido del trabajo. En dicha sección se estudia el trabajo como necesidad y como elemento para el aprendizaje y el desarrollo profesional. También se exploran otras dimensiones: la búsqueda de la independencia y el trabajo como pasatiempo o compromiso familiar.

En otro de los apartados, el análisis se enfoca al sentido del trabajo y la experiencia estudiantil. Se inquiere en las vivencias personales del trabajo y la identidad, tanto en relación con el sentido de trabajo como en cuanto al contexto institucional. También se examinan el interés por los estudios y las percepciones relacionadas con éstos y el trabajo.

Asimismo, se exploran la integración y el uso del tiempo para el estudio y el trabajo. En esta sección las estrategias que los alumnos desarrollan son motivo de un interés especial.

En sus conclusiones, la autora no ignora que el trabajo estudiantil se realiza en el marco de una economía que ha atravesado por crisis frecuentes y que ha sido incapaz de proporcionar el número de puestos laborales que requieren no sólo los jóvenes, sino todos aquellos que integran la población económicamente activa.

En este contexto, las posibilidades de ingresar al mercado de trabajo formal son harto difíciles, particularmente para quienes tienen alta escolaridad y pretenden obtener un empleo acorde a su nivel de estudios.

Finalmente, para Carlota Guzmán la diversidad de situaciones de los estudiantes y la intrincada red de sentidos que éstos elaboran la llevan a sostener que de la misma forma como no es posible hablar de una condición estudiantil unitaria, tampoco se puede concebir a los estudiantes que laboran como un grupo homogéneo. Los principios de diversidad y pluralidad de situaciones constituyen elementos indispensables para lograr una mayor comprensión de la realidad estudiantil.

El libro en cuestión es, sin duda, una valiosa contribución al conocimiento de ese actor primordial de la vida universitaria que es el estudiantado. Aunque su objeto de estudio son los alumnos de la UNAM, el tamaño de esta institución y la gran diversidad social de su población estudiantil, hacen que sus hallazgos reflejen la situación de quienes combinan el estudio y el trabajo en el nivel universitario.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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