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En educación: logros magros
Humberto Muñoz García
Campus Milenio Núm 193 [2006-09-14]
 

En su sexto informe de gobierno, el Presidente Vicente Fox dijo que la educación es columna vertebral del desarrollo nacional. La calificó como un recurso fundamental para el combate a la pobreza y la desigualdad imperantes en el país. ¿Qué nos deja el foxismo a los mexicanos en esta materia?

Un repaso a los datos estadísticos del informe no nos aclara del todo la situación educativa. Los indicadores que se utilizan no son los más adecuados y, también, en algunos casos, falta información que, conocida por otras fuentes, no está incluida en la presentación del documento. No obstante, hay manera de decir algunas cosas.

Preocupa, desde luego, que se mantenga la desigualdad social y territorial en la distribución educativa. Se queda como ha sido estructuralmente en la historia: con distancias enormes, aunque ligeramente menores. Los más pobres no llegan a obtener en promedio ni siquiera la primaria, mientras que los más ricos acceden al nivel universitario. Los estados de la federación más atrasados educativamente en el año 2000 continúan siéndolo en el 2006.

El rezago educativo de las personas que tienen 15 años o más (que no terminaron la educación básica) se mantiene muy elevado (por arriba del 45 por ciento). Tenemos, también, una población económicamente activa poco escolarizada. Los datos del informe, aún con limitaciones, ponen en evidencia que la PEA rebasa el promedio de escolaridad básica sólo en tres entidades federativas. Con lo que este gobierno deja al país no se puede exigir competitividad.

Si en el aspecto cuantitativo subsisten las carencias, en lo cualitativo, nos indica la OECD, persisten las deficiencias. Además, las evaluaciones propias agregan que gran parte de las escuelas sostenidas por el gobierno operan con un deterioro inmenso. Ha habido falta de recursos, pero también una visión que menoscaba lo público.

Se puede afirmar que en materia de educación superior no se cumplieron las metas. Ceñido a los datos del Presidente, en sus seis años de gobierno la matrícula del sistema educativo escolarizado del nivel superior creció en 472, 000 lugares; con ello no se alcanzó la cobertura que se había propuesto en el Plan Nacional de Educación.

El informe no refleja, por que no se quiere iluminar, otros problemas que se conservan en la educación superior, como el crecimiento de una gran cantidad de planteles particulares de baja calidad. O la irrupción de cientos de programas de postgrado en los planteles que tienen este tipo de control y que están más orientados a otorgar certificados que a formar en serio a sus alumnos.

Lo que sí se señala en el informe es que en el sexenio llegamos a 158.9 miles de estudiantes matriculados en el postgrado para el ciclo 2006-2007. Lo que en términos absolutos o relativos es una cifra muy baja, si se hace una comparación internacional o si se tiene en cuenta que hay deseos y necesidades de acceder a la sociedad del conocimiento. Idea que seguirá teniendo fuertes tropiezos de continuar una inversión en investigación y desarrollo experimental tan reducida (0.46 del PIB) como hasta el presente.

El sexenio blanquiazul hereda al país una brecha muy honda entre pobres y ricos, instituciones derrumbadas y un nuevo gobierno cuestionado en su legitimidad. En educación, el gobierno del Presidente Fox tuvo logros magros. Y deja enormes y complejos problemas no resueltos en este campo.

Pero más todavía, se marcha con un severo conflicto magisterial en Oaxaca y con el anuncio del gobierno de Zacatecas de retirarse del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica para evitar un conflicto en ese estado como el de Oaxaca.

En el escenario político del país, el término de la administración deja al sindicato del magisterio como una corporación que ganó peso por su intervención en las pasadas elecciones y con la posibilidad de negociar puestos burocráticos en la Secretaría del ramo para dar continuidad a una política educativa que, a todas luces, no es la adecuada para llegar a tener un país más próspero.

Somos muchos quienes coincidimos en que se requiere una gran transformación del sistema educativo y que la misma requiere guiarse por criterios que abran el espacio público. Sólo de esta manera vamos a poder cambiar el país.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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