MOTOR DE BÚSQUEDA PARA ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS

Autor  Periódico  Año 
Mostrar Introducción

¿Reforma educativa?
Humberto Muñoz García
Campus Milenio Núm. 518 [2013-07-18]
 

Los tres últimos gobiernos del siglo pasado y los dos primeros de este siglo, en México, impulsaron políticas educativas para hacer más “eficiente” la escuela pública y para privatizar todas las franjas posibles del sistema educativo. En el gobierno de Calderón, por ejemplo, se impulsó la disminución de impuestos de quienes pagan escuelas privadas y se amplió la becarización de profesores y estudiantes. Lo hecho por nuestros gobernantes trató de redefinir el sentido de lo público.

La primera medida del gobierno en turno ha sido impulsar una reforma educativa en un intento de reestructurar el sistema sobre bases que no lo trastocan del todo. El trabajo legislativo corrió sin muchos contratiempos, pero en la esfera política se ha tenido que enfrentar protestas, que podrían calificarse de serias y severas.

Las protestas son del actor sobre el que recae la enseñanza de los niños en las escuelas públicas. Las manifestaciones contra la reforma se han dejado sentir en varios estados del país, notoriamente en tres: Oaxaca, Guerrero y Michoacán. Cierre de negocios, pintas en edificios oficiales, bloqueos a las vías de comunicación, manifestaciones en la Ciudad de México. Recientemente, se agregó Chiapas donde golpearon a un grupo de maestros que se oponía a la dirigencia magisterial. En Oaxaca, la CNTE lanzó un boicot contra las elecciones del pasado 7 de Julio, los profesores tomaron varias estaciones de radio para difundir mensajes contra la reforma educativa y para pedir que los trabajadores de la educación no participen como funcionarios de casilla ni en la votación.

La política de educación del último cuarto de siglo estuvo centrada en la evaluación. En buena medida, la protesta está dirigida a una forma de evaluación que ha tenido muchos efectos negativos sobre varias esferas de la vida escolar, como se aprecia claramente en las universidades. Una evaluación que ha sido estandarizada y que ha penetrado a casi todos los procesos educativos para dar reconocimientos o castigos, que no se sostienen en los resultados de dictámenes mal elaborados.

En el tipo de evaluación implantado está atorada la parte de la reforma que ya se ha aprobado. En las formas de evaluación que contenga la reforma a la Ley General de Educación, podrían darse otras protestas que se sumen a las que ya están en marcha. Nadie está en contra de la evaluación, pero ésta tiene que ser distinta a la que ya se ha aplicado, para que sus resultados rindan frutos.

Falta diálogo y convencimiento con muchos actores sí se quiere dar confianza a la ciudadanía de que la reforma educativa es la que necesita y le conviene a México. La sola discursiva política se agota muy rápidamente, aún incluidos los medios.

Hasta ahora, la reforma educativa es muy corta en su perspectiva. Muy poco se ha dicho respecto al contenido de la reforma en los niveles medio y superior, fuera de los asuntos de cobertura. No hay una visión sobre cómo debe transformarse todo el sistema educativo relacionando niveles, una visión integral de largo plazo ligada a un nuevo proyecto de desarrollo, a lo que necesitan los jóvenes que van a impulsar a México en el Siglo XXI.

En la UNAM hicimos un diagnóstico general y comprensivo de todo el sistema educativo. Además de apuntar salidas para el analfabetismo y el rezago, se insiste en la necesidad de un nuevo repertorio de políticas educativas que corrijan los excesos del mercado, al tiempo de estimular el empleo formal. Pero ahí no se agota el problema. Necesitamos entender de una manera distinta las relaciones sociales, para que la educación estimule la solidaridad, la cohesión y la cultura ciudadana (Muñoz y Rodríguez, 2012), una nueva moral para una sociedad cansada de corrupción y violencia. Requerimos un proyecto en el que se considere a la educación como un derecho, que abra las estructuras del sistema para que quienes estudian consigan un modo de vida decente.

Para el desarrollo de México es indispensable estimular que las clases medias tengan un mayor peso en la estructura de la estratificación social. La educación media superior y superior es uno de los medios probados para lograr este propósito.

Luego entonces, hay que ir más allá en los planteamientos y propuestas de cambio de todo el sistema educativo, que sí se queda en la evaluación, la que hemos experimentado, como centro de la disputa, habrá el peligro de que, en lugar de avanzar, retrocedamos. En este sentido, las protestas contra la reforma van a continuar y el desgaste político será mayor.

Es importante, asimismo, oír y entender que en muchas naciones se vienen desatando movimientos sociales a favor de una educación que sea de responsabilidad pública, obligatoria, laica y gratuita, lo que también deseamos los mexicanos. Sobre estas bases es que se deben formular nuevas utopías educativas para guiar un cambio de fondo en México.


Instituto de Investigaciones Económicas
Seminario de Educación Superior
TEL: 56650210, FAX: 56230116
webmaster@ses.unam.mx
Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

Free Blog Counter