MOTOR DE BÚSQUEDA PARA ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS

Autor  Periódico  Año 
Mostrar Introducción

Políticas para cambiar la educación superior
Humberto Muñoz García
Campus Milenio Núm. 532 [2013-10-24]
 

En el marco de la política educativa, poco se ha dicho sobre educación superior, pero lo que conocemos inquieta. Parece que habrán de continuar aplicándose políticas de viejo cuño, con un agravante. No habrá suficiente dinero para el segmento superior del sistema educativo, y eso comprende licenciaturas, posgrados, investigación y cultura.

Seguramente, los directivos de la SEP van a continuar con la política de crecimiento de la cobertura. Las autoridades han dicho que la tasa bruta es más baja que la cifra manejada por el gobierno anterior. Llegar a la meta de 40 por ciento va a ser más difícil. El otro problema es el de la distribución de la cobertura entre grupos sociales y zonas geográficas del país, porque los desequilibrios son ya inaceptables. ¿Se podrán corregir? El punto está ligado al reparto de los recursos económicos y a las metas que han ofrecido los gobiernos estatales.

Hay un conjunto de políticas que están agotadas y que posiblemente van a continuar, con sus variantes. Apoyar a las universidades mediante subsidios extraordinarios, para mantener el control político sobre las instituciones, lo cual limita la autonomía. Evaluar programas docentes para que existan elevadas proporciones de estudiantes en licenciaturas de “calidad”, cuya evaluación bien se sabe que es sesgada. Mantener el programa basado en un solo perfil académico del docente, cuando la propia evaluación ha probado que en la realidad operan varios perfiles. Evaluar a las personas por su productividad, o conteo de lo que publican en “revistas certificadas”, que no diseminan conocimiento en la academia nacional. Abrir más universidades tecnológicas, sin que se diga de qué tipo, para qué, ni en dónde. Por esta ruta lo que se va a conseguir es que el sistema educativo continúe su desgaste, aunque ya está por tocar fondo.

En el Simposio sobre La Universidad Pública a futuro señalamos un cuello de botella que me parece serio. La continuidad de las políticas no toca las cuestiones de fondo. El mayor desajuste social provocado por este modelo de desarrollo se encuentra en la ruptura de la relación educación-trabajo. El desempleo de profesionistas es su expresión más cruda.

En la escuela hay un problema pedagógico grave. Los jóvenes estudiantes del país lo aclaran cuando dicen que no les atraen sus clases y que tienen incertidumbre, porque lo que se enseña en la escuela no les sirve para trabajar en lo que estudiaron. Su aprendizaje es deficiente porque, entre otras cosas, no tienen cerca a sus maestros para que los auxilien. Y la causa es que están dedicados a ganar puntos. Los académicos de carrera tienen que diversificarse tanto con lo que les exigen, que hasta el tiempo lúdico les han robado. Otros no tienen tiempo porque son de asignatura.

Una agenda, que resuelva varios de los problemas educativos más severos, comienza por diferenciar los segmentos en el sistema y enfocar las políticas en las instituciones, pues son las responsables de los programas y del clima académico de trabajo. Por ello, en el grupo de universidades públicas, hay que fortalecer científicamente a aquellas que cuentan con menores capacidades intelectuales, sin dejar de apoyar a las que ya sobresalen académicamente, y a otras que ya están en condiciones de tener presencia internacional. La política debe tener en cuenta las particularidades institucionales y apoyar, por acuerdo, los planes de desarrollo que presente cada una. Una buena educación requiere buenas universidades. Bien organizadas y dirigidas, sin tanta burocracia. Otra óptica.

Será fundamental que la política educativa oriente el desarrollo de las universidades existentes, y la creación de nuevas instituciones, a partir de diagnósticos de situaciones locales, y de los planes y prioridades de desarrollo estatal. Las instituciones educativas requieren satisfacer necesidades de desarrollo social, integrarse con personal de alto prestigio académico, y con ofertas educativas apropiadas al territorio en el que se encuentran. Las políticas necesitan aplicarse con respeto a la heterogeneidad del sistema. Y esto reza para las instituciones públicas y las privadas. Estas últimas cobran importancia para lo local, porque se están extendiendo a nivel municipal, en varias entidades federativas.

Es de vital importancia impulsar un movimiento a favor de cambios pedagógicos que resulten adecuados para los tiempos del conocimiento y la información, según disciplinas. Abrir la oferta curricular a nuevas carreras adecuadas al entorno. Hay que armar mecanismos que favorezcan y faciliten los cambios curriculares y programas de superación del magisterio. En la parte cuantitativa, la cobertura debe auspiciarse de acuerdo a condiciones locales de la demanda, a partir de la estructura demográfica y sus cambios, así como de los tránsitos escolares. El objetivo central de esta política será abrir oportunidades a los sectores sociales menos atendidos hasta ahora y generar equilibrios entre las regiones y entidades de la república (Continuará).


Instituto de Investigaciones Económicas
Seminario de Educación Superior
TEL: 56650210, FAX: 56230116
webmaster@ses.unam.mx
Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

Free Blog Counter