MOTOR DE BÚSQUEDA PARA ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS

Autor  Periódico  Año 
Mostrar Introducción

Sociología Política de la Universidad
Humberto Muñoz García
Campus Milenio Núm. 536 [2013-11-21]
 

Ya entrado el Siglo XXI siguen dándose reflexiones y análisis para entender y orientar el desarrollo de la universidad pública en México. Particularmente, porque esta institución es una parte importante de la agenda educativa, situada en medio de la reforma a la educación encauzada por el Gobierno Federal.

Por la importancia que ha adquirido la educación universitaria en este punto del desarrollo humano, por la centralidad del conocimiento científico, por la necesidad de espacios libres para la discusión de los asuntos sociales y políticos, por la relevancia de la filosofía y las matemáticas, el entrenamiento reflexivo y la racionalidad, por el humanismo en toda su extensión, por los conflictos de todo orden en el mundo, por la creación cultural y artística, las universidades son, hoy, instituciones esenciales y trascendentes para que la vida en sociedad pueda transcurrir con contenidos éticos y morales, con respeto y tolerancia de unos a otros y con menor desigualdad.

Desde la creación de la academia se instauró en ella la política. El motor que mueve a la academia en la universidad es la política dentro y fuera del campus. Siendo una institución política, lo fundamental en la universidad son las relaciones sociales que se establecen en el campus. Priva en dichas relaciones, la tensión, por la lógica de proliferación del conocimiento y el conflicto, como en toda organización sujeta permanentemente a cambios.

La universidad es heterogénea en la conformación social del estudiantado y del profesorado. Goza de autonomía para gobernarse y es un espacio plural que no escapa a la confrontación de paradigmas disciplinarios y de ideas sobre sí misma. Tampoco es ajena a la competencia, al establecimiento de sistemas y pactos de dominación, al ejercicio de gobierno, a pugnas políticas y movimientos sociales. Estos últimos, en ocasiones, pueden desarticular el ambiente político, poner en crisis a la institución y hasta encauzar movilizaciones sociales que pueden llegar a tener efectos pertinentes sobre la estructura del poder en la sociedad. Algunos movimientos estudiantiles en México y en otros países son ejemplo de lo dicho.

Después de escuchar discusiones entre los investigadores y de leer libros y capítulos de libro sobre las disputas por el campus, y sobre la vida política en las universidades, debemos continuar la reflexión y el análisis sociológico político de esta institución. Los resultados hay que compartirlos con la comunidad académica y con públicos más amplios. El objeto de este breve ensayo es presentar algunas ideas que nutran el debate académico de la política en la universidad.

Con base en la literatura, diré, para comenzar, que por política entiendo el conjunto de actividades y normas institucionales a través de las cuales se crea un determinado orden que organiza la coexistencia política en el contexto de la conflictividad que caracteriza a lo político. La política es, también, toda acción que se lleva a cabo para luchar o competir por el poder de un país o de una organización, de una universidad, dentro de determinadas reglas o arreglos, o fuera de estos, como ocurre cuando se impone, o se trata de imponer, una regla y se arman identidades de resistencia contra la autoridad. La actividad política se establece en relaciones entre actores y es un medio que tiene un fin último: el bien común o el interés común, el cual puede definirse desde varias perspectivas.

Recojo de la literatura algunas cosas más. El concepto de política está acompañado de otras nociones. Por ejemplo: a) la acción, que se vuelve política cuando va acompañada de la palabra, del discurso sobre el rumbo de la colectividad; b) la pluralidad, reconocerse, reconocer al otro y fincar una relación entre sí y; c) la visibilidad para que los actores puedan ser vistos y oídos, un espacio o mundo común en el que puedan aparecer, esto es, lo público.

La universidad pública es un campo de acción política gracias a la autonomía que le garantiza autogobernarse bajo sus propias normas. Entonces, se hace política en medio de normas que regulan las relaciones entre quienes compiten por el poder en un ámbito institucional. En un espacio plural, la competencia política tiene límites y se espera que la actividad tenga trascendencia generacional. La competencia política ocurre por el poder del rectorado y por recursos. Mediante dicha competencia, los actores políticos logran capacidad para negociar sus intereses en relación a lo que debe ser la vida académica.

Quien llega al poder universitario se vuelve autoridad y toma decisiones en nombre de todos los que están en la comunidad académica. Pero debe proceder con transparencia y rendir cuentas de sus decisiones y acciones. Así, el ejercicio del poder puede entenderse, operacionalmente, como lo político. Lo político se vincula a la formulación de políticas, planes y programas para la conducción institucional. También, al espacio social en el que ocurre la deliberación política, esto es, el espacio público donde se hace política, que contiene el escenario en que se dan los antagonismos, los conflictos políticos y su resolución.

La universidad, así, es una institución donde existen la política y lo político, con un gobierno que recibe demandas de los grupos de interés integrados a la comunidad académica, que juegan políticamente para resultar favorecidos. En esta dinámica, el rectorado usa las capacidades e instrumentos de gobierno para satisfacer peticiones razonadas, para negar las que no están cimentadas o para establecer acuerdos entre intereses opuestos.

El ejercicio del poder tiene como uno de sus fines mantener la gobernabilidad. La academia, por ser una práctica que requiere constancia, tiempos de maduración de sus productos, disciplina, integración de grupos, organización productiva, manejo de equipos e instrumentos, entre otras cosas, necesita que las instituciones sean gobernables y gobiernos universitarios volcados a su apoyo, cuidadosos de no encerrarse en la jaula de hierro, de no ser cercados y determinados por sus propias burocracias, respetuosos de la libertad de cátedra y de investigación. Volcados para que prevalezca el interés común y la voluntad de los universitarios.

En la universidad, existe un gobierno, por tanto, gobernantes y gobernados, actores y agentes de cambio. Los hechos y sucesos políticos son cotidianos. Se hace política en la universidad para el cambio de autoridades. Los grupos que compiten por el poder universitario presentan ante sus electores sus programas de trabajo, los debaten en búsqueda de apoyos políticos para ocupar posiciones de dirección institucional. Se hace política para ganar espacios académicos, para tomar decisiones y conseguir recursos, para impedir que se apliquen medidas arbitrarias. La academia, diría Bourdieu, es un campo de lucha.

La universidad es un espacio académico de libertad para hablar, dialogar, unos con otros; abre la posibilidad de disertar, deliberar acerca de las condiciones de realización de la vida académica. Hay, pues, confrontación de posturas e ideas sobre la conducción de la vida académica. La confrontación en la universidad, debe ser resuelta a través del diálogo. La capacidad de dialogar y resolver las confrontaciones está basada en una cultura política que encierre valores, tradiciones y propósitos institucionales comunes. Cuando los conflictos no pueden resolverse por la vía del diálogo hay inestabilidad o conflictividad institucional.

Los estudiantes y profesores tienen representación en los cuerpos de autoridad colectiva en los que se resuelve la marcha de la vida académica. El modelo político de participación en los cuerpos colegiados está lleno de tensiones, porque en ellos se expresan intereses distintos, por el grado de legitimidad y representatividad que tengan los académicos y estudiantes que sirven de representantes en dichos órganos, y porque los consejos son un contrapeso a la autoridad personal. En los cuerpos colegiados existen reglas, formales e informales, para encontrar salidas a las demandas, para establecer acuerdos sobre los cambios académicos y políticos de la institución. Cuando los cuerpos colegiados no funcionan, el gobierno universitario pierde eficacia y legitimidad.

Los cuerpos colegiados son, también, el espacio donde se conjugan identidades distintas, donde se confrontan proyectos y se obtienen resultados que se integran a la dinámica institucional. El funcionamiento de dichos cuerpos se funda en un clima de absoluta libertad de pensamiento, comprensión, respeto y tolerancia. De dicho clima depende que se tomen acuerdos satisfactorios, particularmente cuando hay pugna entre las partes que los componen.

En la universidad se intenta hacer política mediante acciones razonables y razonadas, para tener una institución justa y juicios reconocidamente académicos. La elección de representantes, la participación en los cuerpos colegiados y un medio ambiente de diálogo franco son las mejores enseñanzas cívicas y prácticas que reciben los estudiantes de cómo hacer política.

Por otro lado, la universidad está inserta en la sociedad y recibe demandas de grupos sociales interesados en la educación que imparte y en el conocimiento que produce. Recibe, también, impulsos para su movimiento de las políticas públicas elaboradas por el gobierno, instrumentadas en programas, y de la dinámica de la ciencia y los cambios de las universidades en el escenario mundial. Es la autonomía la que permite, a las universidades que la poseen, la posibilidad de poner límites a las presiones o demandas sociales y políticas que vienen del exterior. A seleccionar lo que admite para responder. Pero en todo caso, sus relaciones con los gobiernos, federal y local, tienen etapas de convivencia o de tensión, que pueden derivar de la presencia y la postura política con la que se presente la universidad en el escenario público, de la visión con la que se le juzgue y de su prestigio social.

Finalmente, lo señalado es una invitación a los estudiantes para que se asomen y lean la literatura sobre los factores políticos que influyen en la vida de las universidades. Hay trabajos muy importantes hechos en otros países, a los que se suman los que han publicado académicos mexicanos, que son bastantes y muy notables. Espero, asimismo, continuar, con mis colegas investigadores, el análisis y el debate sobre la política y lo político en la universidad.


Instituto de Investigaciones Económicas
Seminario de Educación Superior
TEL: 56650210, FAX: 56230116
webmaster@ses.unam.mx
Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

Free Blog Counter