MOTOR DE BÚSQUEDA PARA ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS

Autor  Periódico  Año 
Mostrar Introducción

Posgraduados a... la industria
Alejandro Canales Sánchez
Campus Milenio Núm. 626, pp. 5 [2015-10-01]
 

En el más reciente informe de gobierno, las estimaciones para el ciclo escolar 2015-2016 dicen que están matriculados, en cifras redondas, en el sistema educativo mexicano: 33 mil doctores y 165 mil maestros. A la vez, cada año, la cifra de egreso de los primeros es de alrededor de 5 mil y de los segundos de aproximadamente 53 mil.

El número de egresados es una cifra potencial de buscadores de un sitio en el mercado laboral, pero no necesariamente son todos. Muchos de los egresados de licenciatura buscan cursar una maestría para afianzar su formación o, posteriormente, estar en mejores condiciones y tener mayores oportunidades de encontrar un empleo.

También, los nuevos maestros buscan continuar en el sistema educativo y varios de ellos se inscriben a un doctorado. Igualmente, cada vez más, una porción importante de egresados del doctorado tienen la idea de cursar un posdoctorado. La mayoría de los que continúan en el sistema educativo intentan hacerlo con el respaldo de una beca. Aunque muy irregulares, el ritmo de las nuevas becas de Conacyt para posgrado ha sido creciente en la última década. En el 2005 se otorgaron poco más de 10 mil nuevas becas y en el 2013 alrededor de 28 mil (maestría y doctorado). Pero, no son todas ni son las únicas.

Los jóvenes han visto en la permanencia en el sistema educativo una estrategia defensiva, sobre todo ante la percepción generalizada de un mercado laboral refractario a los recién egresados. Tampoco es una novedad, desde los años setenta del siglo pasado, al aumentar la demanda educativa, incluso en épocas de crisis económicas, se advirtió que la permanencia en la escuela era un cálculo de los jóvenes y sus familias.

La situación es un tanto paradójica porque, por un lado, ante el bajo nivel de cobertura de los estudios superiores y el escaso número de investigadores per cápita, se insiste e impulsa la idea de incrementar el nivel escolar de la población, alentada por la ideología de sociedades basadas en el conocimiento que se recupera en los planes y programas gubernamentales.

Por otro lado, la dinámica de desarrollo de la economía nacional no es capaz de generar los lugares necesarios para el número de egresados con alto nivel de calificación, incluso en el nivel relativamente modesto en el que ahora se encuentran los estudios de maestría y doctorado.

Entonces, tenemos una presión creciente en el sistema educativo, un incremento cada vez mayor del nivel de escolaridad de los jóvenes, un aumento en el número de apoyos para retener a los jóvenes en la escuela y escasas oportunidades en el mercado laboral.

El programa Cátedras Conacyt para jóvenes investigadores, del cual nos hemos ocupado en estas páginas, es una de las iniciativas más recientes que intenta resolver las dificultades de falta de opciones para los nuevos doctores. Sin embargo, como ya lo hemos hecho notar, su alcance es sumamente limitado y las oportunidades se concentran en el sector de la educación superior.

Al parecer, ahora se ensayará una modalidad más para ampliar las oportunidades de jóvenes posgraduados en la industria. La semana pasada Conacyt y la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) firmaron un convenio para poner en marcha diferentes medidas.

Los detalles del convenio no se conocen, pero el presidente la Canacintra, Rodrigo Alpízar, dijo que: “habrá posgrados en el sector industrial y becas para trabajadores de empresas afiliadas a la Canacintra”. Al mismo tiempo, la directora de posgrados y becas de Conacyt, Dolores Sánchez, destacó “la incorporación de recursos humanos de alto nivel al sector industrial y el diseño de proyectos de desarrollo tecnológico y de innovación” (Comunicado 87/15).

No es la primera vez que se firman estos convenios. La más reciente fue en el 2012, cuando se puso en marcha un proyecto piloto mediante el cual se incorporaron medio centenar de maestros y doctores en el sector eléctrico nacional, con un esquema relativamente similar al que opera en el de formación dual.

En el proyecto del 2012, Conacyt aportó durante un año el 50 por ciento del salario a las personas con maestría (10 mil pesos) o doctorado (15 mil pesos) que se incorporaron a una de las empresas del sector. Los posgraduados eran de ingeniería, ciencias exactas y gestión de la innovación. La empresa aportó el otro 50 por ciento y se supone que después de un año asumiría el pago del salario completo.

No se sabe si el reciente convenio operará bajo el mismo esquema y cuál será su alcance. Lo que parece claro es que depende del dinamismo de la economía y será muy limitado. En la próxima entrega revisaremos las cifras de distribución de recursos humanos conforme el sector en el que se desempeñan.


Instituto de Investigaciones Económicas
Seminario de Educación Superior
TEL: 56650210, FAX: 56230116
webmaster@ses.unam.mx
Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

Free Blog Counter