En la X Reunión del Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu), realizada el pasado 28 de septiembre en Boca del Río, Veracruz, la Secretaría de Educación Pública anunció un nuevo modelo del programa Enciclomedia para la educación secundaria.

Por otra parte, hace un par de semanas se presentó el lanzamiento del programa “Prepárate”, una modalidad educativa semipresencial para el nivel medio superior en la que los alumnos reciben una beca, una computadora y acceso a internet para que puedan cursar las horas correspondientes de educación a distancia. En esta primera etapa están inscritos 650 alumnos.

La Secretaría de Educación del Gobierno del Distrito Federal también ha puesto en marcha su programa de bachillerato en línea, un programa dirigido a jóvenes y adultos de la Ciudad de México que desean cursar su educación media a través de los espacios con acceso a internet que ofrecen nueve delegaciones de la ciudad, o bien, por medio de las computadoras y conexión de los propios estudiantes. En esta semana comenzaron las actividades de este programa.

En educación superior, la SEP apoyo la creación del Consorcio del Espacio Común de Educación Superior a Distancia (Ecoesad). Un organismo que intenta ofrecer programas educativos a distancia entre algunas universidades federales y estatales de mayor tamaño: UNAM, UAM, IPN, Universidad Veracruzana, Universidad de Guadalajara o las autónomas de Nuevo León y Puebla.

El uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el terreno educativo o la educación a distancia no es un tema novedoso en el sistema escolar mexicano. Sin embargo, tal parece que su utilización será cada vez mayor, pero con propósitos variados y no necesariamente coincidentes.

En el caso de la educación básica las TIC se ubican sobre todo como un apoyo a la actividad del profesor y un recurso más para favorecer el aprendizaje de los alumnos. El proyecto original de Enciclomedia consistía en la digitalización de libros de texto y otros recursos electrónicos a utilizarse en el salón de clases, a través de equipo multimedia (una computadora, un proyector y un pizarrón interactivo) en cada aula de educación primaria. El programa, se suponía, sería un apoyo invaluable para el profesor y estaría en todas las aulas de quinto y sexto grado y se extendería a todas las aulas de secundaria.

Después de los interminables cuestionamientos al manejo financiero de Enciclomedia y las múltiples especulaciones sobre su continuidad, la SEP ha propuesto que para educación secundaria, en lugar de equipar cada aula, se rotará el mismo equipo entre primero y segundo grado de ese nivel (La Jornada, 28/09/07). No es un rediseño del programa, es más bien una decisión improvisada a la mitad de una iniciativa que no parece tener futuro y tampoco se puede dar marcha atrás. Menos se sabe cómo se relacionará con el compromiso firmado con el programa Una Computadora Por Niño (OLPC, por sus siglas en inglés) del MTI que en breve tendrá lugar (The New York Times, 24/09/07) o incluso con el programa Red Escolar que opera desde hace tiempo en educación básica.

En cuanto a educación media superior y superior, las TIC, particularmente la computadora y el acceso a internet, las políticas públicas no las han visto como un recurso a instalar en el salón de clases, sino como un medio para ampliar la cobertura educativa, una forma de expandir las oportunidades educativas para un mayor número de personas. Un procedimiento similar al que en su momento cumplieron (y cumplen) los paquetes audiovisuales educativos para la telesecundaria o el telebachillerato, sólo que ahora, en lugar de una señal y un televisor instalado en comunidades generalmente remotas, sería a través de un monitor de computadora y una conexión a internet en ámbitos predominantemente urbanos.

La mejora de la educación básica o la presión y la urgencia de la demanda educativa en el nivel medio superior y superior obligan a pensar en diferentes opciones para atenderlas. Sin embargo, ya se saben los riesgos de improvisar una oferta educativa o intentar satisfacerla de forma espontánea. La administración federal anterior había declarado su propósito de conectar a México con el mundo (de ahí el fallido sistema e-mexico) y de un uso intensivo de las TIC en la educación, pero concluyó su periodo y los resultados fueron decepcionantes. Ahora, sin declaraciones de por medio, se están poniendo en marcha diferentes iniciativas, el problema es que no parecen estar articuladas ni comandadas por una idea clara de propósitos y salvedades en el uso de las TIC en la educación.