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¿Laboratorio nacional de políticas públicas?
Alejandro Canales Sánchez
Campus Milenio Núm. 635, pp. 5 [2015-12-03]
 

En abril de este año, con el anuncio del recorte presupuestal de 900 millones de pesos a Conacyt, parecía que los proyectos de infraestructura en el sector no tendrían lugar o se postergarían, por lo menos así lo dijo en su momento Enrique Cabrero, el titular del organismo. Sin embargo, no todos los proyectos corrieron la misma suerte.

La semana pasada se inauguró el Laboratorio Nacional de Políticas Públicas (LNPP) ubicado en el Centro de investigación y Docencia Económicas (CIDE). El laboratorio se presenta como un proyecto novedoso para la atención de problemas considerados de interés público y se localiza en uno de los centros públicos de investigación de creciente influencia en el diseño y evaluación de programas gubernamentales.

Según el director de Conacyt, el LNPP será un sitio en el que se ensayarán intervenciones gubernamentales: “Es el primero en su tipo en México, tendrá una visión transdisciplinaria y a través del uso de datos, propondrá soluciones a problemas de carácter público” (Comunicado 114/15). No es gratuito que en la inuguración del laboratorio estuviera Francisco Guzmán Ortiz, el jefe de la Oficina de la Presidencia de la República. Por dos razones: una, el funcionario público es egresado de la carrera de economía del mismo CIDE y, dos, tal vez más importante, la oficina que dirige tiene, entre otras responsabilidades, el seguimiento de las políticas públicas y su evaluación para la toma de decisiones.

Fue en el periodo de Vicente Fox cuando se creó la oficina presidencial de coordinación de políticas públicas, precisamente con Eduardo Sojo como primer titular, el ahora director del Inegi y cuyo cargo vence precisamente en este mes. La oficina adquirió notoriedad por el cambio que significó en el diseño de la administración pública, así como por el reconocimiento a las políticas públicas y a su diseño.

Actualmente, la oficina de la presidencia tiene media docena de unidades técnicas con sus respectivos titulares. Algunas de ellas son la coordinaciones generales de Política y gobierno, la de Marca país y medios internacionales, la de Crónica presidencial, así como la Secretaría técnica.

En esta administración, el ahora secretario de Educación, Aurelio Nuño, fue el primer titular de la Oficina de la Presidencia. En esa misma oficina quedó adscrita la coordinación de ciencia, tecnología e innovación. ¿La recuerda? Esa instancia que se creó al comienzo de esta administración en lugar de una secretaría de Estado para el sector y cuyo titular fue Francisco Bolivar Zapata, cargo del que se separó el pasado mes de septiembre para contender por la rectoría de la UNAM. Pero ésa es otra historia.

El actual director de Conacyt también es egresado del CIDE, de su maestría en administración pública, institución a la que se incorporó como profesor al poco tiempo y luego dirigió durante ocho años, del 2004 al 2012. En este último año se separó para asumir la dirección del organismo rector de la política científica y tecnológica.

En abril de este año, ante el recorte gubernamental de 900 millones de pesos al presupuesto de Conacyt, Enrique Cabrero declaró que se sacrificaría la infraestructura en aras de sostener el programa de cátedras y el programa de becas. En particular, dijo que se detendría “el crecimiento de algunas instalaciones científicas para dentro de uno o dos años, algunos centros públicos de investigación que teníamos pensando impulsar en 2015" (Reforma 13.04.2015).

El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de este año, en el rubro de programas de inversión, aprobado en el 2014 y, desde luego, antes del anunció del recorte, tenía considerado como programa de inversión para el CIDE la “construcción del edificio para actividades docentes y laboratorio de políticas públicas”. Aunque ni en el PEF del 2013 ni en el 2014 apareció la idea de crear tal laboratorio, pero sí la construcción de un edificio.

En el proyecto de inversión de este año, el monto previsto para el edificio del laboratorio es de poco más 72 millones de pesos, pero con 66 millones en el año previo y otros 79 para el próximo, los cuales sí están programados en el PEF 2016. Es decir, el costo total del Laboratorio estará entre 217 y 224 millones de pesos (según el más reciente programa de inversión del PEF).

Aunque, ahora que se presentó el LNPP se indicó que la inversión conjunta de Conacyt y el CIDE fue de poco más de 100 millones de pesos, cifra que no cuadra demasiado con el monto arriba indicado, incluso descontando la inversion del año próximo que todavía no tiene lugar.

En fin, quedan por resolver algunas interrogantes sobre la operación del Laboratorio, la relación con otros centros e instituciones, así como sobre su financiamiento. Por lo pronto, la inversión en infraestructura se sumará a la meta del uno por ciento del PIB.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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