MOTOR DE BÚSQUEDA PARA ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS

Autor  Periódico  Año 
Mostrar Introducción

Replantear las políticas públicas de educación superior
Humberto Muñoz García
Campus Milenio Núm. 676, pp. 6 [2016-10-06]
 

Las políticas públicas que atienden a la educación superior han tenido continuidades y cambios. Actualmente, en la academia estamos preocupados por lo que está aconteciendo con el presupuesto para este nivel, pues para 2017 no habrá recursos suficientes para mantener una expansión del sistema, que es necesaria para educar a una mayor proporción de los jóvenes que están entre los 18 y los 23 años. Si es el caso, habrá una mayor expulsión de personas en este tramo de edad, que buscarán irse a otro país del norte, cuando se ha producido, desde el poder, una mala imagen de los mexicanos; o bien habrá un aumento de los ninis. Y para los que sí estudian habrá menos condiciones para un buen aprendizaje. Para el 2018 la economía cuando más, no estará peor. Para estos escenarios, habrá que buscar formulas políticas que reduzcan los daños que ocasione una posible crisis al término del sexenio.

Las políticas para sortear la mala situación de la economía y del gobierno requieren considerar el contexto en que van a ser aplicadas. En los últimos lustros hubo un rápido crecimiento de instituciones educativas en el país, cuya cifra es superior a los tres mil. Destaca, además, el aumento en el número de instituciones de educación privada y la presencia, en muchas entidades de la república, de universidades particulares, como por ejemplo, la Universidad del Valle de México y el ITESM. Las universidades particulares grandes están cobrando colegiaturas inalcanzables para muchas familias y las pequeñas, en una buena parte, no gozan de prestigio. No son una ventaja para ingresar al mercado laboral. La matrícula de las privadas sigue una tendencia al estancamiento.

La mayor parte de los estudiantes (algo más de dos quintos), están inscritos en las universidades públicas federales, estatales y de apoyo solidario. Todas las instituciones públicas absorben, en total, dos tercios de la matrícula, aproximadamente. La presión de la demanda sobre las instituciones públicas se estima que aumente, pero no todas podrán hacerle frente. Habrá que hilar más fino con lo demográfico, para establecer en qué partes del país habrá posibilidades de aumentar la cobertura y en qué instituciones, en especial, se puede agrandar la matrícula. Habida cuenta de que las diferencias entre las instituciones públicas, en cuanto a capacidades científicas e intelectuales, siguen siendo considerables. El sistema educativo es muy heterogéneo entre sus segmentos y dentro de cada uno de ellos. Por esta razón, entre otras, no se puede medir con la misma vara.

Habrá que prestar atención para que el replanteamiento de las políticas considere una mejor idea de lo que es el sistema de educación superior. Muchas medidas han sido elaboradas y aplicadas de manera uniforme. Hay que distinguir claramente a cada uno de los subsistemas y, dentro de ellos, a sus componentes. Además, hay que analizar cómo cada subsistema entra en relación con el todo y observar que en el sistema hay niveles y jerarquías entre las instituciones públicas, estratificación que asentamos sobre la base de análisis empíricos de la realidad institucional.

La diferenciación y la desigualdad existente entre las universidades es un punto a tomar en consideración a la hora de asignar recursos, de tal modo que las diferencias en capacidad académica no se agranden, y de que las instituciones más débiles puedan salir mejor libradas de esta época de recortes. En la política se tiene que valorar, en diálogo con los responsables de las instituciones, la relevancia de cada subsistema en cuanto a las necesidades del país y sus grandes problemas, a qué públicos atiende y qué tipo de resultados ha dado hasta ahora. Realizar la distribución de recursos sobre la base de una clasificación administrativa, de indicadores estándar o de intereses políticos, es inoperante y sólo refuerza las desigualdad institucional existente.

Los universitarios necesitamos levantar la voz y hacernos escuchar porque los recortes que ha hecho el gobierno federal dañan la educación, la ciencia y la cultura. El rector de la Universidad Nacional, Enrique Graue, y otros rectores de universidades públicas han hecho un llamado para frenar los recortes. En este punto los universitarios todos debemos apoyar las luchas que se den en este terreno y el que se llegue a acuerdos para que todos los rectores y la ANUIES vayan juntos en este propósito; y para que demanden un replanteamiento de las políticas públicas para la educación superior. El cambio de visión es imprescindible.


Instituto de Investigaciones Económicas
Seminario de Educación Superior
TEL: 56650210, FAX: 56230116
webmaster@ses.unam.mx
Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

Free Blog Counter