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Contacto en China
Alejandro Canales Sánchez
Campus Milenio Núm. 365 [2010-04-22]
 

La región de América Latina puede convertirse, en el corto plazo, en una de las áreas de mayor interés para China. No solamente por la capacidad de la primera para suministrar materias primas para el desarrollo del país asiático o el intercambio comercial en pleno ascenso entre ambos, sino también por un posible modelo de crecimiento competitivo.

En el transcurso de la semana anterior, el presidente chino, Hu Jintao, tenía previsto visitar tres países de América Latina: Brasil, Chile y Venezuela. Solamente estuvo en Brasil, con motivo de la segunda reunión cumbre del BRIC, el bloque de países emergentes integrado por Brasil, Rusia, China e India. Pero también buscaba promover acciones de cooperación conjunta entre China y Brasil para los próximos cuatro años en las áreas de energía, finanzas, cultura, calidad de los productos, así como en ciencia y tecnología.

La visita del presidente chino a Chile y Venezuela se truncó por la emergencia del sismo que hubo en una de las provincias de la nación asiática y que obligó al mandatario a regresar a su país. No obstante, probablemente se volverá a reprogramar la reunión con ambos países, porque también tenía previsto firmar acuerdos con Venezuela en materia de energía, finanzas y electricidad. Y en lo que corresponde a Chile, es el mayor socio comercial de China en América Latina, así que también es de destacar su importancia.

Hu Jintao, el mandatario chino, ha estado en diferentes ocasiones en América Latina. Desde mediados de la década actual ha intensificado su presencia en diferentes naciones de la región. En 2004, por primera vez, estuvo en Brasil, Argentina, Chile y Cuba; al año siguiente estuvo en México. Hace un par de años retornó a Cuba, pero también visitó Costa Rica y Perú.

El perseverante desarrollo económico de China ha sido, sin duda, realmente ejemplar. Lograr tasas de crecimiento promedio anual cercanas a 10 por ciento en las recientes tres décadas es algo sorprendente; aunque han estado fundadas principalmente en la manufactura, la construcción y los servicios. También es el único país que, en la más reciente crisis económica y financiera, conservó más o menos su ritmo de crecimiento (en 2009, cuando la mayoría de países estaban en recesión, promedió un crecimiento de 8.7 por ciento).

Por supuesto, también se han hecho notar los costos que le ha implicado (principalmente en la sobreexplotación de mano de obra y en el daño al ambiente), así como sus cuestionables prácticas comerciales y la posible burbuja bursátil e inmobiliaria que está generando y que podría volverse inmanejable.

Sin embargo, según un reporte reciente de la CEPAL (La República Popular de China y América Latina y el Caribe: hacia una relación estratégica), la relación comercial de China con la región latinoamericana es creciente y será todavía más importante en la próxima década.

De acuerdo con las estimaciones de la CEPAL, para 2020, de continuar las actuales tendencias, las exportaciones de la región hacia China se incrementarán poco más de 10 puntos porcentuales, pasarán de 7.6 a 19.3 por ciento. Al parecer no sólo de productos primarios, sino también de manufacturas. En tanto, casi en la misma proporción y para el mismo periodo disminuirán las exportaciones hacia Estados Unidos (de 38.6 a 28.4 por ciento).

Los niveles de exportación de la región, sin embargo, no son homogéneos. Los principales vendedores hacia China son: Chile, con 13 por ciento de sus exportaciones; Perú, 11 por ciento; Argentina, 9 por ciento; Costa Rica, 7 por ciento, y Brasil, 7 por ciento. Por el contrario, para la región centroamericana, particularmente para México, China es un destino poco significativo. En 2009, México exportó hacia China menos de 1 por ciento de sus ventas totales al exterior.

Sin embargo, tal vez lo más importante para el crecimiento de la región latinoamericana no esté cifrado en el intercambio comercial con la nación asiática. En el ejemplar más reciente de la revista de la CEPAL, la cual, por cierto, llega al número 100, Carlota Pérez (autora de la influyente interpretación sobre la difusión de las revoluciones tecnológicas) publica un interesante artículo en el cual sugiere una estrategia para dinamizar el desarrollo de América Latina.

En el texto de referencia ("Dinamismo tecnológico e inclusión social en América Latina: una estrategia de desarrollo productivo basada en los recursos naturales"), el supuesto más elemental de la propuesta es que si el continente asiático tiene condiciones que favorecen las industrias de fabricación intensivas de mano de obra, la región latinoamericana debiera aprovechar sus ventajas comparativas: las industrias de procesos basadas en recursos naturales, dada la riqueza de estos últimos en el área y su menor densidad poblacional. La puesta en marcha de la iniciativa incluye aprovechar la “hipersegmentación” de los mercados, así como la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación en las industrias de procesos basadas en recursos naturales.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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