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¿Un mercado de internet para todos?
Alejandro Canales Sánchez
Campus Milenio Núm 83 [2004-06-03]
 

Un nuevo reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), publicado recientemente revisa el avance y disponibilidad del acceso a internet de alta velocidad o de banda ancha en los países miembros de esta organización. En particular, analiza las característica del servicio en las áreas rurales y alejadas (The Development of Broadband Acces in Rural and Remote Areas, 2004).

Según la información del reporte, los resultados son sorprendentes pues, contrario a lo que se podría pensar, se aprecia un notable incremento de proveedores del sector privado en las zonas rurales y los mismos están respondiendo a una demanda creciente. Además, destaca, en algunas ocasiones los precios del acceso a internet de banda ancha en esas zonas pueden ser menores que en las áreas urbanas e incluso de mayor capacidad.

Las conclusiones son notables porque, como también se dice, lo común es que las áreas rurales no atraigan a proveedores de nuevas tecnologías de comunicación, tanto por su demanda escasa como por las dificultades para ofrecer el servicio, y también porque frecuentemente los costos son superiores respecto a las áreas urbanas y el servicio es más deficiente.

El acceso a internet de alta velocidad tiene grandes variaciones en el conjunto de países de la OCDE, pero lo relevante es que el reporte sugiere que si en algún país no funciona como debiera, cabría revisar la competitividad del mercado, en lugar de considerar la necesidad de subsidios que podrían distorsionar los alcances de la competitividad (p.9).

El servicio de banda ancha (un rango específico de frecuencia que permite la transmisión de una alta gama de frecuencias y señales múltiples), es importante porque los volúmenes de voz y datos que circulan cada vez son mayores y las dificultades para recibir y enviar información también se multiplican si no se cuenta con ese tipo de conexión.

El acceso a la conexión de banda ancha generalmente es provisto a través de Líneas de Suscripción Digital (DSL, una tecnología de transmisión de información de gran volumen y alta velocidad sobre líneas telefónicas comunes), también por medio de cable módem (similar al servicio de TV por cable) o directamente a través de conexión satelital. Los costos de la última opción son considerablemente más elevados y, de hecho, el estudio de la OCDE se concentra en los dos primeros.

La información sobre México es limitada. Telmex aparece como el proveedor de servicio DSL en poco más de mil áreas de servicio; desafortunadamente no aparece el número de líneas telefónicas DSL y tampoco su cobertura en la población.

En la opción de conexión por cable, aparece MVS Comunicaciones, cuyo servicio comenzó en la Ciudad de México, después en Monterrey y Guadalajara y sus planes son expandirse en áreas urbanas y rurales. Sin embargo, aunque se da la cifra de disponibilidad del servicio, en este segmento tampoco se dan cifras precisas y menos se aprecia que las áreas rurales sean una prioridad.

Por otra parte, los datos del último informe de gobierno en el país muestran un importante rezago en la infraestructura básica de comunicaciones. Solamente existen 15.6 líneas telefónicas fijas por cada 100 habitantes –poco menos de un tercio de la densidad telefónica promedio de los países de la OCDE- y 27.1 de líneas telefónicas móviles para la misma cantidad de habitantes.

Según los datos del mismo informe, el año anterior poco más de 49 mil localidades rurales contaban con servicio telefónico y se cubría a 24.5 millones en esas localidades. Sin embargo, los datos del censo del INEGI muestran que existen poco más de 196 mil localidades rurales (con menos de 2500 habitantes por localidad) y lo sorprendente es que el mismo censo muestra que el número de habitantes en esas localidades suman 24.7 millones. Es decir, se ve una discordancia: casi la totalidad de habitantes que reporta el informe pero en una cuarta parte de localidades.

Además, el importante proyecto e-México tampoco parece funcionar como se preveía. Este proyecto se anunció al inicio de esta administración y se supone que ofrecería acceso a la población a las nuevas tecnologías de la información en el área de la educación, salud y gobierno. Al finalizar el año 2002 se adjudicó a la empresa privada Interdirec la conectividad digital (alámbrica, inalámbrica y satelital) de los llamados Centros Comunitarios Digitales.

Según los titulares del proyecto, el año anterior quedaron concluidas más de tres mil terminales terrestres, con lo cual se instalaron igual número de Centros en 2 mil 429 municipios y las delegaciones del DF (esto sería en México). El problema es que tampoco está claro cómo funcionan los Centros, si es que lo hacen, y menos que presten el servicio a la población más desfavorecida. Por cierto, sorprende que en el portal de e-México solamente aparezcan siete municipios de los más de dos mil que se supone ya están conectados.

El reporte de la OCDE se discutirá en octubre próximo en Portugal, pero convendría pensar en la urgencia de atender los rezagos en materia de informática y telecomunicaciones en el país (infraestructura básica) y en el problema de dejar que el mercado sea el que se encargue de dar las respuestas.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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