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La UNAM: entenderla para transformarla
Humberto Muñoz García
Campus Milenio Núm 240 [2007-09-13]
 

Analizar y entender a la UNAM es importante por el papel que tienen las instituciones de enseñanza superior en la construcción y conducción de la sociedad. Además, porque hoy por hoy es la universidad mexicana más reconocida en el país y en el extranjero y porque sirve como referencia en el sistema universitario.

Como todos saben, se trata de una institución diversa y compleja. En su diversidad se ha transformado positivamente. La tenemos ubicada actualmente en una plataforma histórica que nos permitirá continuar hacia un futuro promisorio. Lo cual implica renovarla. Y para ello es necesario conocer sus problemas, por medio de la investigación sistemática, para formularles soluciones. También, comenzar a dar ideas que animen el debate y la reflexión, para delinear los cambios que sean indispensables a la actividad académica y a la estructura de la organización institucional. En este artículo me dedicaré a esto último.

Si lográramos resolver una serie de asuntos que están pendientes, entonces podríamos poner atención en algunos ejes que hagan transitar a la UNAM de un estadio de desarrollo a otro distinto del presente. Menciono, inicialmente, los siguientes:

1. Es una tarea de primer orden que los universitarios fortalezcan la investigación y desarrollen capacidades para adquirir y manejar múltiples flujos de conocimiento. Asimismo, para que los flujos sean combinados o sistematizados, tal que el conocimiento pueda utilizarse positivamente en pos de su avance, acumulación y aplicación para el bienestar social.

La UNAM es y puede crecer más como un espacio de múltiples posibilidades cognitivas y asumir un papel más activo en la distribución social del conocimiento. Por su historia reciente, mantenerse como una referencia obligatoria a la que se recurre para acceder al conocimiento científico.

La Universidad Nacional, además, es el sitio idóneo para generar, adquirir, almacenar y distribuir información. Tiene a corto plazo, y hay que vigorizarlas, las mayores fuerzas y posibilidades en México para participar en la competencia por la información a escala nacional y mundial, lo que es una tarea imprescindible.

El cambio centrado en el conocimiento y la información permitirá abrir nuevas ofertas educativas y asegurar altos estándares de calidad académica. Reposicionar el lugar de la docencia en sus nexos con la investigación. Formar profesionistas capacitados con instrumentos científicos.

2. En la UNAM sería necesario instaurar un modelo de relaciones, por así decir, para agrandar e intensificar sus capacidades de colaboración en el fortalecimiento intelectual de otras instituciones de educación superior públicas. La institución puede servir como punto de conexión de proyectos de docencia e investigación de tal modo que comparta su capital científico.

Un modelo de apertura institucional permitiría transferir y distribuir conocimiento a la sociedad, mediante vínculos más estrechos con ella, inclusive jugando el papel de agente del desarrollo social en colaboración con otros agentes o actores.

Una línea más en el modelo consistiría en atender a públicos distintos a los jóvenes estudiantes. Como en todo el mundo, la universidad recibe demandas de múltiples sectores sociales. Es menester que la Universidad Nacional dedique cada vez más esfuerzos para atender el reciclaje y perfeccionamiento de la fuerza de trabajo profesional en activo.

Su acción también requeriría cubrir a segmentos de la población que han sido excluidos del saber académico y de la cultura universitaria buscando que su educación tenga un efecto multiplicador en el entorno social, utilizar este contacto con la sociedad como medio de aprendizaje e incentivar una ciudadanía responsable.

3. Es crucial estimular la movilidad de personas y de recursos intelectuales dentro y entre las instituciones tal como lo exigen las condiciones actuales de producción y transmisión del conocimiento. Las fronteras en la ciencia tienden a borrarse y necesita favorecerse la movilidad, la integración de equipos multidisciplinarios y una forma de organización institucional explícita que permita lo anterior, al tiempo que estimule la creatividad, la innovación y el rigor en los resultados de trabajo.

He presentado un resumen de ideas que demandarían, para tener un posible efecto, ser incluidas en un proyecto de desarrollo institucional, amplio, convincente y que convoque a la comunidad, tal como el que esperamos del próximo rectorado.


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