Hasta el momento la SEP no ha dado una explicación que justifique la medida anunciada el 29 de mayo. En un boletín difundido por la autoridad educativa se informaba que “con motivo de nuevos elementos a considerar en el proceso de evaluación para el ingreso, promoción y permanencia en Educación Básica y Media Superior, quedan suspendidas indefinidamente las fechas publicadas para su realización” (SEP, Comunicado de prensa 129). Nada más.
Como suele ocurrir, el vacío de información se ha colmado de especulaciones y conjeturas, aunque también de pronunciamientos y posiciones. Una de las primeras reacciones, apenas un día después de conocido el anuncio, fue la del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, organismo constitucional autónomo desde el 2012, encargado, entre otras tareas, de fijar los lineamientos para la evaluación docente.
Según el INEE, la decisión, en primer lugar, “atenta contra el artículo 3º de la Constitución y de sus leyes reglamentarias (…) es una invasión a la competencia del INEE y vulnera su autonomía constitucional”. Además, señala el Instituto, “esta decisión es contraria al interés superior de la niñez mexicana, al no garantizar el derecho a una educación de calidad (…) y afectaría de manera severa el funcionamiento normal del servicio educativo en el ciclo escolar 2015-2016”. Por otra parte, añade el pronunciamiento, “se atenta contra el derecho de casi 400,000 mexicanos, entre aspirantes a ingresar al servicio público, docentes en servicio que buscan legítimamente una promoción (…) así como docentes interesados en ser evaluados en su desempeño” (INEE, Comunicado de prensa 20).
Además el INEE “conmina al Gobierno de la República para que deje sin efectos la decisión de suspensión indefinida anunciada, y que observe los mandatos que la ley establece para llevar a cabo los procesos de ingreso, promoción y permanencia del Servicio Profesional Docente, de acuerdo con el calendario establecido” (ídem.).
El Partido Acción Nacional, que cuando tuvo en sus manos la conducción educativa nacional optó por instaurar el cogobierno SEP-SNTE, ha cuestionado severamente la decisión. Juan Carlos Romero Hicks, senador del PAN y presidente de la comisión de educación, señaló que su partido prepara un pronunciamiento para pedir la remoción del titular de la SEP, Emilio Chuayffet, ya que “da la impresión de que no está colaborando plenamente en este tema que tiene que ver con estado de derecho y arquitectura institucional.” (La Jornada, 2 de junio de 2015).
La posición del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ha sido más moderada que la del PAN pero también crítica. Según Carlos Navarrete, presidente del partido, el titular de la SEP debe ofrecer una explicación completa de la medida. Aunque, en contraposición a la postura del PAN, dijo también que la renuncia de Emilio Chuayffet, por sí misma, “no arregla nada” (Milenio, 31 de mayo de 2015).
El Partido Revolucionario Institucional ha optado, al igual que el gobierno, por el silencio. Salvo la anotación de César Camacho, dirigente nacional del tricolor, en el sentido de confirmar que la medida es temporal y que “no hay acuerdo con nadie, el propósito central es que ganen nuestros niños y jóvenes” (Noticieros Televisa, 31 de mayo de 2015).
La influyente organización Mexicanos Primero ha reiterado su reprobación a la medida y anticipado una acción legal: la interposición de un amparo contra el Ejecutivo por suspender la evaluación docente prevista en la Constitución. Además, a través de su página web, está promoviendo la firma de simpatizantes al desplegado “Los ciudadanos no podemos ceder”, dado a conocer en prensa nacional el 1º de junio.
El SNTE, aunque no ha hecho un pronunciamiento oficial sobre el caso, puede interpretarse su postura en las palabras de su dirigente Juan Díaz de la Torre, quien el 1º de junio afirmó “la Reforma no está muerta, la Reforma va adelante y va adelante porque México la necesita, México la requiere y los maestros, por supuesto, no sólo la acompañaremos, sino estaremos al frente para que los resultados de la calidad sean los que México está requiriendo”. (SNTE, Comunicado de prensa 26). La CNTE, por último, en lugar de desactivar sus movilizaciones, como pareciera sugerirlo una intención gubernamental orientada a ese objetivo, las ha redoblado. La fracción sindical ha señalado que la suspensión de la evaluación no resuelve sus demandas y que, por lo tanto, la estrategia del boicot electoral se mantiene (CNN, 2 de junio de 2015).
A estas alturas hay, por lo tanto, más preguntas que respuestas. Una que vale la pena resaltar ¿Calculó el INEE que su pronunciamiento quedaría, en el ámbito de la opinión pública, alineado a las posturas del PAN y Mexicanos Primero? Tal vez no, pero ese efecto ha producido. Lo más preocupante, da evidencia de una preocupante falta de coordinación, principalmente política, entre el organismo y la SEP. Para el futuro ésa no es una cuestión menor.
¿El gobierno cedió a presiones de la CNTE en el escenario electoral? ¿Se están abriendo espacios de participación al SNTE? ¿Responde a las críticas que han cuestionado la validez de las evaluaciones? Hoy no está claro. Pero, si la dinámica del proceso abre oportunidades de revisar fondo y forma de la evaluación, la reforma educativa puede reactivarse.
