Quienes trabajamos en el DF regularmente recibimos invitaciones para asistir a diferentes instituciones localizadas en diversas partes del país. Casi sin excepción, somos recibidos de modo muy hospitalario por nuestros anfitriones quienes no escatiman esfuerzos porque nos sintamos como en nuestra propia casa (o aún mejor, si es posible). Como en todo evento académico, la organización y la puesta en marcha de estos eventos requieren del esfuerzo de muchas personas: los coordinadores y los encargados de los diversos aspectos operativos, casi siempre estudiantes, maestros y empleados manuales y administrativos. Con harta frecuencia son admirables los esfuerzos de los organizadores porque todo salga bien: que las instalaciones y equipos estén funcionando correctamente, que los espacios presenten las mejores condiciones, transportar a los invitados del aeropuerto o la estación de autobuses a los hoteles y a las sedes de los trabajos, etc. Algunos de estos eventos se han organizado en varias ocasiones consecutivas, derivando en verdaderas tradiciones académicas y se convierten en referentes obligados en la temática y con ello, logran traspasar los ámbitos locales, regionales e incluso nacionales.

En días pasados (25 y 26 de mayo), junto con otros colegas de la naciente Sociedad Mexicana de Educación Comparada (SOMEC), fui invitado a participar en un panel sobre educación comparada dentro del III Congreso Internacional sobre Docencia "Construyendo la Nueva Escuela", efectuado en las instalaciones de la Unidad Académica Reynosa-Aztlán de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. El citado congreso fue organizado por el programa de Maestría en Docencia. Dicha reunión académica contó con la participación de más de 100 ponentes y casi 150 asistentes (estudiantes, profesores de distintos niveles educativos e investigadores). Los objetivos fueron analizar y reflexionar acerca de la práctica docente así como el estado que ésta guarda, a fin de plantear alternativas de solución a problemáticas relacionadas con el uso de las tecnologías de la información, la atención a estudiantes con capacidades diferentes, el aprendizaje del segundo idioma, procesos de gestión y de evaluación, al igual que las tutorías. Todos estos temas están en el centro de la realidad actual del aprendizaje y la docencia en la inmensa mayoría de las instituciones de educación superior.

Como en casi todos los eventos de este tipo hubo conferencias magistrales y la organización de mesas de trabajo donde se presentaron diversos proyectos de investigación, ensayos y propuestas para el desarrollo docente y estudiantil. En éstas actividades se plantearon y discutieron diversos aspectos sobre el papel de los profesores y administradores ante los nuevos desafíos del conocimiento y su transmisión. Asimismo, se llevó a cabo una exposición de carteles en los cuales se presentaron de manera resumida y bastante creativa algunos hallazgos y planteamientos para enfrentar la problemática educativa (currículo, evaluación, nuevas tecnologías, enseñanza de idiomas, entre otros). Las conclusiones mostraron las preocupaciones de los actores por mejorar las condiciones en que los contenidos se transmiten, tratando de centrar los procesos educativos en el alumno. Un aspecto importante fue el cómo establecer y consolidar los sistemas de tutorías, a fin de acompañar a los alumnos (especialmente los que presentan mayores dificultades para la adquisición de contenidos en diversas disciplinas) a lo largo de su paso por la institución. Asimismo, se propuso que el tema de los valores fuese incorporado de manera sustantiva dentro de los contenidos curriculares. Además, las autoridades manifestaron su compromiso de apoyar la realización del evento dentro de dos años.

La organización de eventos como al que aquí se hace referencia será siempre pertinente, cualquiera que sea su escala y alcance, porque permite vislumbrar de modo directo las necesidades y problemas que las comunidades académicas confrontan cotidianamente. Pero más importante aún, constituyen oportunidades inmejorables para que los "expertos" tengan contacto con los problemas reales y puedan aprender de quienes cotidianamente están en contacto con problemas de los que a veces se tiene conocimiento sólo por la lectura de reportes de investigación. Salir de la comodidad (a veces la soledad) del cubículo es siempre refrescante y renovador pues permite estar en contacto con los problemas y actores reales.