MOTOR DE BÚSQUEDA PARA ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS

Autor  Periódico  Año 
Mostrar Introducción

La nueva dirección del Conacyt
Alejandro Canales Sánchez
Campus Milenio Núm 145 [2005-09-15]
 

La semana anterior ocurrió una sustitución más en la actual administración. Un primer comunicado de prensa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) informó que Jaime Parada Ávila, director del Consejo, renunciaba al cargo por motivos personales. En el mismo comunicado se enumeraron una docena de logros que alcanzó su administración y, al final, se anunciaba que en los días siguientes el Ejecutivo federal nombraría un nuevo titular del despacho (06/09/05). La demora no fue tal. Al día siguiente, un nuevo comunicado informó que Gustavo Chapela Castañares ocuparía el cargo de director general.

Es difícil saber cuáles fueron las verdaderas razones de la renuncia del director anterior y también cuáles los elementos que pesaron para la designación del actual. Sin embargo, en .uno y otro caso, dos cosas parecen innegables: el persistente conflicto que se dio entre el director anterior y la comunidad científica a lo largo de su gestión, y la aceptación casi unánime que suscitó el nombramiento del ahora director.

El ingeniero Parada Ávila fue nombrado el 16 de enero de 2001, por esas fechas uno de los últimos nombramientos del presidente Fox y cuando ya tenía más de un mes en operación esta administración. Pero desde ese entonces e, incluso, unos meses antes las dificultades comenzaron a asomar en el terreno de la ciencia y la tecnología.

En julio del año 2000, al poco tiempo de conocerse los resultados de las elecciones, se formaron grupos de trabajo para diferentes áreas de la administración, los llamados equipos de la transición que se ocuparon de sentar las bases para los programas sectoriales de esta administración.

Sin embargo, en el caso del área de la ciencia y la tecnología las dificultades comenzaron desde la decisión misma de quién se responsabilizaría de la coordinación del equipo o de realizar el documento correspondiente. La decisión no era trivial, en parte suponía inclinarse por un cierto perfil para ocupar la cartera correspondiente.

Como recordará el lector, la prensa dio cuenta, durante el periodo de la transición, de ciertas disputas en el interior del equipo y de que diferentes personas se atribuían la responsabilidad del área científica; nunca quedó claro quién la tenía. Total, al final del periodo no había responsable y menos un documento de trabajo que planteara las grandes líneas del programa sectorial.

Cuando por fin se presentó al ingeniero Parada Ávila como director de Conacyt, en enero de 2001, se cuestionó si se había consultado a la comunidad científica y por qué se había demorado el nombramiento.

La respuesta de la entonces vocera fue que el nombramiento era de acuerdo con los tiempos y la decisión "se tomó con base en el mismo proceso de selección que se hizo en relación a los otros miembros del gabinete" (presidencia.gob.mx). Se entendería que la base fueron las recomendaciones de los llamados head hunters, la corporación estadounidense que el Ejecutivo federal contrató para seleccionar su equipo o, al menos, parte del mismo. Sumando las bajas y los cambios en la administración, ahora se ve que las recomendaciones de la firma tampoco funcionaron.

Las críticas al desempeño de la gestión de Parada Ávila fueron recurrentes a lo largo de su periodo. Se dieron antes y después de que presentó el programa sectorial. Los señalamientos críticos fueron múltiples, pero se refirieron sobre todo a la inexistencia de una verdadera política científica, la falta de apoyo a la formación de recursos humanos, la supresión de mecanismos de renovación de la planta científica, la escasez de recursos financieros para el área, los cambios en las decisiones, su insensibilidad, su preferencia por el área tecnológica en detrimento del área científica y el abandono de la investigación básica, entre otras. Incluso al final del año pasado, en amplia entrevista a Campus MILENIO, él mismo se refirió a las críticas que se le hacían y argumentó en su defensa. Sin embargo, todavía hace un par de meses se difundieron los resultados de una encuesta en la cual Conacyt salió reprobado por los científicos.

De cualquier forma, a pesar de las reiteradas críticas parecía poco probable un cambio. Al menos públicamente no trascendió y menos cuando la administración está en su recta final. Pero, de forma sorpresiva, a los pocos días del V Informe de Gobierno y al día siguiente de que el gobierno federal entregó el paquete económico para el año próximo vino la sustitución.

El nuevo director ha declarado que tendrá básicamente dos prioridades en su gestión: "La comunicación con las universidades e instituciones de educación superior del país y buscar mejores formas de atender a los jóvenes investigadores para que se incorporen de manera adecuada a los aparatos productivo y académico".

El primero, precisamente, uno de los puntos sensibles y conflictivos con el anterior director. Seguramente ahí se originan los comentarios positivos al reciente nombramiento.

Falta poco más de un año para que concluya el periodo de esta administración. Un tiempo más bien breve para hacer grandes planes o para intentar algún giro notable en materia de política científica y tecnológica. Ni siquiera cabría esperar mayores recursos financieros.

La propuesta de egresos del gobierno federal fue diseñada con anterioridad a la llegada del nuevo director y lo más destacable es que Hacienda ha tomado el control absoluto de las negociaciones, pero de eso nos ocuparemos la próxima semana.


Instituto de Investigaciones Económicas
Seminario de Educación Superior
TEL: 56650210, FAX: 56230116
webmaster@ses.unam.mx
Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

Free Blog Counter