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Las tres "r" del neoliberalismo en la ASU
Armando Alcántara Santuario
Campus Milenio Núm. 365, pp.13 [2010-04-22]
 

En algunas de mis anteriores colaboraciones para este suplemento (Campus Milenio 298, 329 y 347), me he referido a las crisis financieras por las que pasan algunas universidades estadunidenses, principalmente las de carácter público. Entre éstas he mencionado los casos de la Universidad de California (UC) y la Universidad Estatal de Arizona (UAE o ASU). Además del interés académico, me une a ellas el hecho de haber realizado mis estudios de doctorado en la sede de Los Ángeles de la primera, y tener a uno de mis mejores amigos trabajando en la otra. Por esta razón es que en esta ocasión mis comentarios no son imparciales.

En cuanto al tema del que me ocupo, las dificultades financieras de las universidades mencionadas se derivan de las crisis presupuestarias que desde hace algunos años enfrentan sus respectivos gobiernos estatales. Ante estas situaciones, las medidas que se han tomado consisten en recortar gastos en diversas áreas, una de las cuales es la correspondiente al financiamiento de las universidades públicas respectivas.

Estas medidas, que vienen ocurriendo con mayor frecuencia y cuya fuerza ha tomado renovado impulso por la crisis de la economía ocurrida en Estados Unidos el año pasado, parecen coincidir con los señalamientos que Daniel Schugurensky señalaba hace poco más de una década. Él argumentaba que la ideología conservadora atribuía los problemas financieros al excesivo gasto público y a una burocracia estatal demasiado grande. Por ello, exigía drásticos recortes al presupuesto de la educación superior. Estas acciones correspondían a lo que eran las “tres r” de las políticas neoliberales: recesión, racionalización y restricción.

En días pasados el rector de la ASU, Michael Crow, anunció que, debido a un mandato de la Junta Directiva (Board of Regents) de la universidad, se reduciría el presupuesto estatal destinado al pago de los salarios del personal de la ASU para 2011 en 2.75 por ciento, y se efectuaría un recorte de entre 5 y 6 millones de dólares al presupuesto general de la ASU. También informó de la desaparición del Instituto y la Escuela de Graduados en Educación Mary Lou Fulton, así como otro departamento y dos escuelas más. Adicionalmente, en la primera de estas escuelas, entre 30 y 100 profesores adjuntos o interinos fueron avisados de la no renovación de sus contratos con la universidad y a los profesores con definitividad se les comunicó que serían reubicados en el nuevo Colegio Docente (Teacher’s College) Mary Lou Fulton. Los casi mil 300 estudiantes de maestría y doctorado también serán trasladados a la nueva unidad académica. Cabe señalar que, hasta ahora, el Instituto y la Escuela de Graduados se han enfocado principalmente en el estudio de la educación media superior y superior. La nueva escuela, como su nombre lo indica, centrará sus esfuerzos en la formación de profesores de educación básica, y este nivel será también el núcleo de sus actividades de investigación.

Si bien las causas de la desaparición y próxima fusión del Instituto y la Escuela de Graduados parecen ser fundamentalmente financieras, no dejan de tener un sesgo político, pues el argumento del rector Crow se basa en la supuesta poca efectividad de las facultades de educación, dado el carácter poco científico y la baja rentabilidad de la mencionada Escuela de Graduados. Estas consideraciones han sido rechazadas por varios profesores, quienes aseguran que en su unidad académica se trabaja con rigor, además de que sus programas de docencia gozan de reconocimiento nacional e internacional. Asimismo, señalan que sus proyectos de investigación generan considerables ingresos económicos para la universidad.

A juicio de los profesores afectados, el rector de la ASU ha preferido cerrar el Instituto y Escuela de Graduados para dispersar un grupo de académicos que mantienen una postura muy crítica y pública acerca de los problemas generados por las políticas educativas en el estado de Arizona y en la propia universidad. Cabe recordar que recientemente el gobierno y los legisladores de dicho estado han aprobado medidas que criminalizan a los indocumentados, por lo que no es difícil suponer que para éstos será cada vez más difícil contar con servicios de salud y de educación.

Ante la creciente ola neoconservadora que parece ir a contracorriente de las políticas que impulsa el gobierno federal de Estados Unidos, la denuncia de las motivaciones que están en el fondo de estas medidas restrictivas y el apoyo a quienes se oponen a ellas, es una cuestión ineludible.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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