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Presupuestos deficitarios, declaraciones inoportunas
Humberto Muñoz García
Campus Milenio Núm 205 [2006-12-14]
 

El arribo de un nuevo gobierno nos obliga a los investigadores a decir lo que esperamos en materia de ciencia, tecnología y educación superior en los años por venir. No paso por alto la importancia que tiene dicha materia para el desarrollo nacional en la era de la globalidad. Me concentro en algunos aspectos de lo que consideramos sería deseable.

Los países como el nuestro que se han colocado mejor en términos de su capacidad competitiva muestran que la creación de un sistema de ciencia y tecnología para el desarrollo de la sociedad requiere una expansión previa de las instituciones de educación superior y un aumento sustancial de la cobertura en este nivel educativo. Ciencia y educación superior juntos mantienen una relación positiva estrecha con el bienestar y el nivel de vida de la población.

Los estímulos a la ciencia no pueden enfocarse únicamente a satisfacer las necesidades de conocimiento del sector productivo, pues dichas necesidades se localizan en todos los ámbitos de la sociedad. Por ello, es indispensable que la ciencia avance orientada por una visión que tenga el compromiso de beneficiar a todos los mexicanos.

Una política para la ciencia y la educación superior más adecuada a nuestro momento histórico pone énfasis en el fortalecimiento y consolidación de las instituciones. Son ellas, y no los investigadores en lo individual, las que sirven para articular a las fuerzas en pro del desarrollo nacional y local.

Las capacidades para crear, transmitir y distribuir el conocimiento científico están desigualmente distribuidas entre las instituciones y en el territorio nacional. Reducir sustancialmente la concentración es un lineamiento rector de la política en esta materia.

Es indispensable que el postgrado sea una verdadera torre de fuerza para que se gradúe un mayor número de doctores. Y, por tanto, que se abran nuevas plazas en las instituciones públicas para que puedan dedicarse a la investigación científica. Asimismo, estar preparados para que el Sistema Nacional de Investigadores duplique su número en los próximos años. El SNI representa el soporte intelectual para el éxito de la ciencia mexicana.

En la educación superior de carácter público se ha fincado la enseñanza y la investigación en humanidades y ciencias sociales. Estas disciplinas han dado enormes contribuciones al pensamiento económico, social, político y cultural de nuestro país. Los problemas más agudos de México, para resolverse, precisan de su concurso. Por ello, en cualquier plan de gobierno sobre la materia no pueden quedar al margen porque ocupan un lugar central. En la política de ciencia y educación superior que se vaya a seguir es necesario contar con la participación amplia y el consenso de la comunidad académica.

Los investigadores consideramos que al Estado le corresponde conducir a la ciencia, la educación y la tecnología dentro de un proyecto nacional que haga avanzar al país. Por tanto, es imperativo elevar los aportes económicos públicos. El rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, ha puesto en claro el punto acerca de que el presupuesto para la educación pública y la ciencia no puede "perder altura".

Los académicos coincidimos con él en el sentido de que es momento para que el nuevo gobierno sea congruente con los compromisos que ha establecido en su discurso. También, con los rectores que en el Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines levantaron su voz para señalar que se requiere un incremento sustancial en los presupuestos de nuestras casas de estudios para superar rezagos financieros, mejorar la infraestructura y cumplir con los planes que tiene cada institución.

No sacaremos al país adelante con un saldo desastroso como el que tenemos en la ciencia, con una visión restringida a lo económico para su manejo y con presupuestos apretados o deficitarios en las universidades públicas que, por lo demás, han hecho su parte, a pesar de las circunstancias.

Aparte. Las declaraciones del Sr. Diputado Raúl Padilla distorsionan la discusión sobre el financiamiento a la educación superior y muestran su absoluta ignorancia de lo que es una institución académica. Así no se podrá avanzar.

Tampoco con las cuotas. Todos los estudios sobre financiamiento prueban que no son la solución a los problemas financieros de las universidades. Sin un subsidio suficiente y oportuno la calidad se irá para abajo y, como ya se advirtió, serán varias instituciones las que tendrán que cerrar sus puertas. Es políticamente inoportuno que la SEP venga a plantear su discusión ahora. Por si acaso, habría que adelantarle de una vez que los vouchers no sirven.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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