La investigación en las diversas ramas de las humanidades constituye un factor esencial en cuanto a la identidad, a la memoria y a la conciencia de una sociedad particular. Es también línea de demarcación de lo específico, conocimiento de lo externo y recuento de aportaciones locales al concierto internacional. Más aún, es herramienta viable y eficiente para beneficio de la sociedad en la que se gesta y a la cual se refiere, y tiene por ello un alto cometido y un valor trascendental. Sin embargo, y debido a circunstancias que han sido develadas justamente por este tipo de investigaciones, el desarrollo de las humanidades en nuestro país no siempre ha tenido lugar en condiciones propicias, quedando supeditado a las posibilidades de los encargados de llevarlas a efecto, lo que con frecuencia ha ocurrido a título de iniciativas personales. Es por estas dos razones principales que resulta encomiable la obra realizada por la Universidad Nacional como institución y por sus académicos, que encontraron y abrieron los resquicios necesarios para hacerla posible y que lograron merced a un esfuerzo sostenido, una producción de conocimientos que hoy aparece como imprescindible en la conciencia colectiva. El rescate del pasado, las aportaciones al presente, el potencial propositivo, la función analítica, el diseño de instrumentos metodológicos y en fin, el indispensable papel crítico que desempeña, son sin duda elementos que ameritan una puesta en relieve y un estudio de esta importante tarea. A ello obedece el trabajo que ahora presentamos. No es -ni puede ser, por las dimensiones de lo realizado- un recuento exhaustivo de la investigación en humanidades en nuestra máxima casa de estudios. Se trata sólo de presentar un panorama general que ayude a preservar el interés por asuntos que se antojan amenazados en un mundo globalizado. |
Dependiendo de tu conexión a la red este proceso puede tardar algunos minutos. |