La Universidad Nacional Autónoma de México es la institución superior más atractiva para los egresados del bachillerato. Cada año, una creciente demanda de acceso desborda las capacidades de cupo de la institución. La UNAM dispone para el primer ingreso al ciclo de licenciatura un total de cuarenta y nueve mil lugares, cifra que incluye la matrícula de los sistemas escolarizado, abierto y a distancia y que suma la inscripción en todos los campus y escuelas de la institución. De ese total poco más de la mitad, el 53.2 por ciento, es ocupado por los egresados del propio bachillerato de la Universidad: la Escuela Nacional Preparatoria y el Colegio de Ciencias y Humanidades. El resto, casi 23 mil lugares, se distribuyen a los egresados de otras opciones de enseñanza media superior que participan en el concurso de selección de la UNAM.
Mediante el mecanismo normativo de “pase reglamentado” los egresados del bachillerato de la UNAM pueden tener acceso directo al plantel y carrera de su preferencia siempre que satisfagan varios supuestos: haber terminado sus estudios en tres años y contar con un promedio mínimo de nueve puntos. Quienes concluyeron estudios en un máximo de cuatro años y tienen promedio de siete están sujetos al cupo disponible en las carreras, aunque se respecta el beneficio del pase directo. Este subconjunto debe solicitar admisión declarando una segunda opción para el caso en que no sean asignados a su primera preferencia. Por último, quienes egresan después del cuarto año con al menos siete de promedio tienen derecho a presentarse al examen de admisión pero no cuentan con los beneficios del pase directo.
Bajo estas condiciones, no es de extrañar que en los planteles y carreras de mayor demanda el número de egresados del bachillerato de la UNAM limite las posibilidades de acceso de los egresados de otras instituciones, ya sean públicas o privadas. Como el número de aspirantes externos ha crecido notablemente —prácticamente se ha duplicado en la última década al pasar de cien mil a doscientos mil solicitantes— la calificación del examen de admisión requerida para obtener un lugar en la Universidad se ha elevado cada año.
La UNAM no determina desde su administración central el número de plazas escolares disponibles para el primer ingreso a licenciatura. Es una decisión descentralizada. En cada facultad y escuela, el Consejo Técnico, a propuesta del director, establece el cupo máximo de primer ingreso en cada carrera, así como el número de lugares disponibles para la vía del concurso de selección. Una vez que se conocen los resultados del examen de selección (se practican dos al año para ingreso a licenciatura), ingresan en orden de prelación, por su calificación en el examen, los primeros de la lista de aspirantes. Cubierto el cupo, el resto queda fuera. En este esquema, en cada carrera queda fijada una calificación de corte. Suele ocurrir que la misma carrera, en los diferentes planteles en que se imparte, tenga distintas calificaciones de corte.
Un ejemplo. Para haber ingresado a la carrera de Derecho en 2013 se requirieron 95 aciertos de 120 en el campus de Ciudad Universitaria, 75 en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, y 73 en la FES-Aragón. Esta carrera, en el sistema abierto, tuvo calificaciones de corte de 76, 71 y 79 aciertos en las escuelas indicadas, y por último un resultado de 71 aciertos para quienes optaron por la modalidad “a distancia”.
La UNAM publica cada periodo el número de aciertos que posibilitaron el primer ingreso en cada carrera, plantel y modalidad el año previo. De ese modo los estudiantes pueden, en teoría, calcular sus posibilidades de ingreso y elegir lo que más les convenga según un balance de intereses y capacidades. Pero no es un cálculo simple, dado que algunas carreras presentan indicadores de corte superiores a cien puntos.
Obtener cien puntos o más en el examen de ingreso no es nada sencillo. La calificación promedio del total de aspirantes es de apenas 55 aciertos. Apenas uno de cada cien aspirantes (1.3 por ciento) consiguió remontar esa barrera en los exámenes para el ciclo 2013-2014. En números brutos: 2,549 de los más de doscientos mil aspirantes obtuvo cien puntos o más en el examen. Pero, lo más sorprendente, es que 583 de ellos no obtuvieron lugar, seguramente al haber optado por carreras de alta demanda.
Casi seiscientos estudiantes, de los mejores que hay, quedaron fuera por falta de cupo. La UNAM no debería prescindir es este talento sino, al contario, buscar formas para su integración a la institución. Buscar soluciones al respecto.
Fuente: UNAM-DGAE (2013). ¿Cómo ingreso a la UNAM?