El 18 de febrero de 2001, Richard Atkinson, presidente de la Universidad de California, se pronunció contra el examen SAT-I que administra el College Board (CB) para seleccionar aspirantes universitarios. En su discurso, ante el Consejo Norteamericano de Educación, se pronunció a favor de las pruebas estandarizados, pero en contra de esa en particular. Anunció que, a partir de 2002, el sistema de universidades públicas de California, uno de los principales conglomerados académicos del mundo, modificaría su sistema de admisión al emplear, en forma interina, la prueba SAT-II combinada con otros elementos.

En su momento, el pronunciamiento de Atkinson causó revuelo en el medio académico estadounidense. La sola posibilidad de que la UC se llegara a apartar del sistema de pruebas del CB, llevó al organismo a reconsiderar el contenido de las pruebas SAT y ofrecer una alternativa mejor adaptada al curriculum estadounidense, y menos sesgada por factores étnicos, raciales o de género.

En marzo de 2005 el CB anunció la puesta a punto de una nueva variedad de pruebas SAT. Además de aclarar que el acrónimo SAT dejó de significar algo en particular, se especificaron las principales modificaciones adoptadas. Se eliminaron las preguntas sobre analogías, los reactivos en el área de matemáticas fueron recalibrados para recuperar la media de aciertos prevista, se mejoró la batería de preguntas sobre lenguaje para cerrar la brecha entre los estudiantes más aptos y los regulares, se cancelaron las preguntas de comparaciones cuantitativas, y se incluyó una sección de escritura libre. La nueva generación de pruebas, conocidas como "new SAT" o "SAT Reasonig Test" ya ha sido evaluada y se espera su generalización a partir del primer ingreso al curso 2006.

Lo que ocurra con las pruebas del College Board tiene importancia para México. Por dos razones. En primer lugar, porque el número de instituciones públicas y particulares del país que aplican las pruebas administradas por esa organización ha aumentado notablemente los últimos años. En segundo, porque el liderazgo de la organización que se encarga del diseño de pruebas para el CB (el Education Test Service) repercute en los métodos y diseños seguidos por otras agencias, como puede ser el caso del CENEVAL.

La primera universidad pública en contratar los servicios del CB para exámenes de admisión a licenciatura fue la Autónoma de Aguascalientes. Seguirían ese camino la Universidad de Guadalajara, la BUAP, la Autónoma de Coahuila, la Autónoma de Nuevo León, el Instituto Tecnológico de Sonora, la Universidad Autónoma de Sinaloa, la Autónoma del Carmen, la Universidad Tecnológica de Aguascalientes y la Universidad Politécnica de Aguascalientes. Además, cerca de doscientas instituciones particulares de enseñanza media superior y superior, sin contar sedes o campus, aplican dichos exámenes.

Varias IES mexicanas están registradas como instituciones "miembros" del College Board, desde luego en la sección de Latinoamérica. Concretamente el ITAM, el Tecnológico de Monterrey, el ITESO, la Universidad Anáhuac y la Universidad de Monterrey. En esa categoría están también las universidades autónomas de Aguascalientes y Coahuila. El resto se clasifican como organizaciones "usuarias", en todo caso clientes, del CB.

Sin dudar de la calidad metodológica de los exámnes del CB, sin cuestionar a priori las razones por las cuales tanto IES públicas como privadas han elegido al proveedor norteamericano para administrar sus exámenes de admisión, y sin entrar en la discusión sobre la validez de este tipo de pruebas para regir el derecho a la educación de tipo superior, inquietan varias cuestiones: ¿Qué tanto la adaptación del SAT para México recoge el curriculum de los bachilleratos del país? ¿Qué asegura la no discriminación, por razones de clase, género o lugar donde se realizaron los estudios, en dichas pruebas? ¿Por qué las preocupaciones de contar con un sistema de evaluación de alcance nacional no buscan contrarrestar el fenómeno de adscripción al CB? ¿Se ha tomado en cuenta el riesgo potencial de entregar a un consorcio estadounidense datos individuales sobre capacidad y desempeño académico de generaciones de jóvenes mexicanos?

En fin, el CB ha anunciado que en 2007 estará listo el nuevo SAT para México.