¿Qué norma ordena la renovación de los libros de texto gratuitos que propone la actual administración educativa? De manera directa, el artículo décimo transitorio de la Ley General de Educación al indicar que “La Secretaría, conforme a lo establecido en el artículo 23 de la Ley General de Educación, realizará las modificaciones a los planes y programas de estudio para adecuar su contenido conforme a lo establecido en referida norma, con la finalidad de que, para el inicio del ciclo escolar de 2021-2022, los libros de texto cumplan con lo establecido por la ley en la materia. De igual forma, instrumentará las acciones necesarias para instrumentar lo señalado en esta disposición”.
Conviene advertir, sin embargo, que la disposición citada presupone la modificación de los planes y programas de estudio, de manera que los nuevos libros de texto gratuito se adecuen a la renovación de enfoques y contenidos que se determine. Sobre este último tema hay bastante tela de donde cortar, ya que tanto el artículo tercero de la Constitución que fue reformado en 2019, así como la Ley General de Educación emitida el mismo año, abundan en consideraciones sobre lo que debe ser enseñado en la educación básica así como en los principios que deben orientar la renovación pedagógica y didáctica correspondiente, conceptos que la norma general articula en la expresión “Nueva Escuela Mexicana”.
En materia de planes y programas, la SEP emitió el 15 de junio de 2019 el “Acuerdo por el que se modifica el diverso número 12/10/17 por el que se establece el plan y los programas de estudio para la educación básica: aprendizajes clave para la educación integral”, texto que fue publicado en el Diario Oficial de la Federación del 26 de junio.
El acuerdo de 2019 hace referencia, en primer lugar, a los dos acuerdos SEP previos en materia de planes y programas de educación básica: el 592 (del 19 de agosto de 2011) que estableció la Articulación de la Educación Básica fijando los planes y programas de los niveles de preescolar, primaria y secundaria, y el 12/10/17, que estableció el plan y programas de estudio con aprendizajes clave para la educación integral.
La reforma de 2016-2017, denominada Nuevo Modelo Educativo, conforme a un renovado planteamiento curricular organizó los contenidos programáticos en tres componentes básicos: campos de formación académica; áreas de desarrollo personal y social, y ámbitos de la autonomía curricular. Para su implementación se dispuso la sustitución gradual del plan de 2011, es decir la “convivencia armónica” de la Reforma Integral de la Educación Básica, acordada en tiempos del cogobierno SEP-SNTE, con la producida al concluir el gobierno de Enrique Peña Nieto, emanada, por lo tanto, de la “mal llamada reforma educativa”. De modo tal que en la actualidad conviven los dos planes de estudio, apoyados en los libros de texto producidos en diversos años de la década pasada.
De vuelta al acuerdo de 2019, en este se dispone que, en tanto se elabora un nuevo planteamiento curricular, “resulta necesario mantener para los grados de tercero, cuarto, quinto y sexto de educación primaria y tercero de educación secundaria la convivencia de los planes y programas de estudio establecidos en los acuerdos 592 (2011) y 12/10/17. En otras palabras, que en espera de una renovación del currículum conforme a las ideas de la Nueva Escuela Mexicana, los planes y programas vigentes mantienen los lineamientos de los “aprendizajes esperados” del 2011 y de los “aprendizajes clave 2017”, según el grado escolar que corresponda a la transición prevista.
Hay dos posibilidades: que se establezca un nuevo currículum para la educación básica apegado a las disposiciones de la Constitución y la Ley General de Educación y se implante en lugar del vigente, o bien que continúe el sistema de transición gradual y “convivencia armónica”, en cuyo caso, que no es imposible y ni siquiera improbable, las niñas, niños y jóvenes, así como sus maestras y maestros, queden expuestos a una singular combinación de programas y enfoques curriculares. La tercera posibilidad, que es un riesgo pero también posible, es que se deje cumplir la transición 2011-2017 en tanto se prepara el currículum correspondiente a la Nueva Escuela Mexicana y se planifica una reforma educativa en las escuelas Normales que sea coherente con dicha renovación.
Corresponde a la Dirección General de Materiales Educativos de la SEP, con apoyo de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación, entre cuyas funciones está la de “sugerir elementos que contribuyan a la mejora de los objetivos de la educación inicial, de los planes y programas de estudio de educación básica y media superior, así como para la educación inclusiva y de adultos”, el trabajo de articular los nuevos planes y programas. Es probable que se haya iniciado este proceso, pero la emergencia sanitaria lo habría interrumpido ante la necesidad de apoyar la programación de “Aprende en Casa”.
El caso es que aún no contamos con planes y programas renovados para educación preescolar, primaria y secundaria, lo que sería no solo importante sino fundamental para emprender la renovación de los libros de texto gratuitos. Pero no: se optó por convocar, en febrero de este año, a maestras y maestros, especialistas y académicos a presentar proyectos de contenido sobre 18 asignaturas. La expectativa es cumplir el proceso de selección el último día de abril, es decir, hace una semana, para entregar a la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos los originales y que la edición esté lista en agosto para proceder a su distribución.
Del proceso de renovación de dichos textos y de la polémica que ha provocado su metodología y orientación nos ocuparemos en la última entrega de esta serie, la semana próxima.