Todavía falta la ratificación o rectificación de los diputados para los número finales, pero tal vez para el año próximo podría registrarse un incremento en el presupuesto para las actividades científicas y tecnológicas. La austeridad indiscriminada en el sector ha sido la bandera de la primera mitad del actual periodo gubernamental y falta ver si lo que parece un posible aumento marcará una nueva tendencia o es solamente un breve paréntesis.
El gobierno federal entregó su propuesta de paquete económico al Congreso el pasado 8 de septiembre y la fecha límite para aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) es el 15 de noviembre. No sobra recordar que cambió la composición de la Cámara de Diputados, pero el partido Morena es primera minoría (40.2 por ciento) y, junto con los partidos de su alianza, tiene mayoría simple.
El PEF para el año próximo propone asignar a ciencia y tecnología un monto total de 93 mil 544 millones de pesos. Como se sabe este total incluye la asignación central para Conacyt (el ramo 38) y el gasto para ese mismo tipo de actividades que realizan otras secretarías, como Educación Pública, Salud, Agricultura, entre otras.
Una comparación simple entre el monto que se propone para el 2022 y lo que recibió este año (84 mil 517 millones de pesos), muestra que, en términos nominales, el incremento es de poco más de 9 mil millones de pesos. Aunque, descontando el efecto de la inflación, la cantidad sería menor (alrededor de 5 mil 700 millones de pesos).
De todas formas, una mayor cantidad de recursos no está nada mal. ¿Qué propone el presupuesto para el 2022 en materia científica y tecnológica? En realidad, contrario a las tendencias de los tres años anteriores, en los cuales el gasto central de Conacyt disminuía y el de otras dependencias se mantenía o aumentaba, ahora el incremento se localiza principalmente en el organismo rector de las políticas científicas y tecnológicas.
Actualmente Conacyt concentra poco menos de una tercera parte del total de gasto en ciencia y tecnología (31.4 por ciento), SEP casi la mitad del total (50.7 por ciento), Salud (9 por ciento) y Sagarpa (6 por ciento), son las dependencias con el mayor volumen; el resto se distribuye en otra decena de dependencias.
El presupuesto de Conacyt en este año fue de 26.6 mil millones de pesos y para el año próximo se propone que reciba 29.6 mil millones de pesos, si se conservan esos números, el incremento será de 3 mil millones de pesos en términos nominales. En términos reales será 7.3 por ciento superior al de este año. Salud, Gobernación y SEP también tendrán un incremento relativo, pero de menor proporción.
Los recursos de Conacyt se distribuyen entre los Centros Públicos de Investigación (CPI) y los programas que tiene en marcha el organismo, como el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), las becas y los proyectos de investigación. ¿A dónde se canalizará el posible incremento?
Un mayor presupuesto no será para los CPI. Casi todos los centros conservarán, en términos reales, el mismo presupuesto de este año, solamente el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (3.9 por ciento) y el Centro de Investigaciones en Óptica (0.5 por ciento) tendrán un ligero incremento.
Entonces, el incremento de recursos será básicamente para algunos de los programas de Conacyt. Efectivamente, solo alcanzará para conservar y soportar la eventual ampliación anual del SNI, así como para impulsar los Programas Nacionales Estratégicos de Ciencia y Tecnología (Pronaces).
El SNI se llevará el mayor volumen de aumento en el presupuesto (alrededor de 1 mil 700 millones de pesos). Por cierto, después de los enredos con el cambio de su reglamento y composición de sus comisiones dictaminadoras, retraso su convocatoria de este año, pero sus resultados tendrán que estar listos antes de que concluya 2021.
Los Pronaces, a pesar de que son la principal iniciativa de la actual administración, este año tuvieron un presupuesto de poco más de 700 millones de pesos y para el año próximo se propone casi duplicarlo.
En fin, el aumento es importante, pero todavía no es altamente significativo ni alcanza a igualar lo que tenía Conacyt en el pasado. Los próximos dos meses vendrán las negociaciones intensas en el Congreso y sabremos si se modifican o no las cifras del proyecto que entregó el ejecutivo federal.
El dinero es la pista inocultable de las prioridades en las políticas públicas. Lo lamentable es que, en materia de inversión, no nos estamos acercamos a la meta de alcanzar el 1 por ciento respecto al PIB en investigación científica y desarrollo tecnológico. De hecho, cada vez nos alejamos más, el informe de gobierno de este año, reporta que el indicador está en 0.28 por ciento; hace una década era de 0.48 por ciento.
Pie de página: Las convocatorias de becas al extranjero por regiones se emitieron tarde y con vigencia limitada (del 23 de agosto al 10 de septiembre). // El exdirector de Conacyt, Enrique Cabrero, ya es miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM. // Mucho ruido está causando la iniciativa para modificar la ley orgánica del IPN.